La obesidad ataca también a los más pequeños. Las últimas cifras, recogidas por la revista The Lancet, sostienen el incremento considerable ocurrido en las últimas cuatro décadas. Así, la tasa aumentó de menos del 1 % (equivalente a cinco millones de niñas y seis millones de niños) en 1975 hasta casi el 6 % en las niñas (50 millones) y casi el 8 % en los niños (74 millones) en 2016.

El estudio, publicado un mes antes del Día Mundial de la Obesidad (12 de noviembre), analiza el peso y estatura de casi 130 millones de personas mayores de cinco años -31,5 millones de 5 a 19 años y 97,4 millones de 20 años o más-, lo que lo convierte en el estudio epidemiológico con mayor número de participantes.

Los resultados subrayan que el número de obesos de 5 a 19 años de edad aumentó más de diez veces en el mundo, pasando de 11 millones en la década de los 70 a 124 millones el año pasado. Otros 213 millones se registraron con sobrepeso en 2016, pero en un rango por debajo del umbral de la obesidad.

«En las últimas cuatro décadas, las tasas de obesidad en niños y adolescentes se dispararon en el mundo», explica Majid Ezzati, investigador del Imperial College de Londres y uno de los autores principales del trabajo. Es más, los datos continúan aumentando en los países de ingresos bajos y medios. «Más recientemente, se han estabilizado en los países de mayor ingreso, aunque los niveles de obesidad siguen siendo inaceptablemente altos», añade Ezzati.

Según los autores, esta tendencia no hace sino reflejar el impacto de la comercialización de ciertos productos en todo el mundo, con alimentos nutritivos saludables demasiado caros para las comunidades pobres. «Esto predice una generación de niños y adolescentes obesos y con mayor riesgo de enfermedades, como la diabetes. Necesitamos alimentos saludables y nutritivos más disponibles en el hogar y la escuela, y regulaciones e impuestos para proteger a los más pequeños de los productos no saludables», continúa Ezzati.