El Hospital Virgen de la Arrixaca de El Palmar (Murcia) continúa avanzando en el ámbito de la humanización de la asistencia sanitaria. Para ello ampliará su equipo con dos nuevos fichajes, aunque en este caso los nuevos 'doctores' andan a cuatro patas. Miah y Toy son los nombres de los protagonistas del proyecto 'Dr. Guau' con el que el centro de El Palmar iniciará la terapia asistida con perros con los niños que hay hospitalizados, animales que están especialmente entrenados para seguir las órdenes del equipo médico y de los educadores para mejorar los tratamientos y la recuperación de los pequeños pacientes.

La iniciativa, a la que se suma ahora la Arrixaca y que ya han puesto en marcha numerosos hospitales punteros de toda España, surge del equipo de Aulas Hospitalarias, quienes están formándose y preparándolo desde hace años con el único objetivo de avanzar en la atención, tal y como explican Ana Ferrer y Clara Navas, dos de sus responsables. Estas profesoras, que trabajan en los hospitales de la Región con niños de 3 a 17 años, hacen hincapié en que Miah y Toy no son mascotas o animales de compañía sino que han sido adiestrados y están preparados para trabajar con estos paciente.

El proyecto de terapia asistida con perros, que está pendiente de la firma del convenio para iniciarse en los próximos meses, se irá implantando de forma paulatina, por lo que primero se pondrá en marcha la fase jardín en la que se llevará a cabo el contacto entre pacientes crónicos y los perros en el exterior del hospital. De ahí se irá ampliando sucesivamente a la zona del hall, las salas de espera o las consultas. En la terapia asistida con perros se hacen intervenciones en las que el animal se incorpora como parte del tratamiento con el objetivo de mejorar las condiciones físicas, sociales, emocionales y cognitivas. No se trata de una relación arbitraria del niño con el perro sino de una interacción dirigida con unos objetivos y siempre dirigida por profesionales de la salud o la educación.

En este caso, los perros de terapia suelen trabajar cuatro áreas: física, cognitiva, emocional y social. En la primera de ellas se trabaja con los niños hospitalizados la movilidad (tirar una pelota, pasar por debajo del perro, tirar del animal, abrazarlo...); en el ámbito cognitivo se trabaja la memoria (recordar su tamaño, su color, sus medidas...); en el plano emocional se abordan los sentimientos, ya que son un vehículo para hablar de temas que son importantes para ellos y despiertan sus emociones; y, por último, en el ámbito social se trabaja la motivación para que aprendan a relacionarse con el entorno y trabajar en equipo, según informa Navas.