La Sociedad contra el Alzheimer y la Fundación Cardiológica Británica han unido fuerzas con otras organizaciones similares para animar a la gente a hacer ejercicio y llevar una vida sana como única forma de combatir esas condiciones.

Actualmente hay en el Reino Unido 700.000 personas que sufren demencia, que en la mayoría de los casos está asociada al mal de Alzheimer, enfermedad que va erosionando la memoria hasta que quienes la padecen no reconocen siquiera a sus propios hijos.

En un plazo de quince a veinte años, el número de personas aquejadas de esa enfermedad se elevará a un millón y habrá un millón y medio dentro de cincuenta años, según predicciones de la Sociedad contra el Alzheimer.

"Es absolutamente necesario frenar algunos de los factores de riesgo", señala Clive Ballard, director de investigación de esa sociedad, según el cual la obesidad es el principal.

"Si uno tiene sobrepeso a los sesenta años, hay dos veces más riesgo de sufrir Alzheimer antes de llegar a los 75", explica Ballard, citado hoy por el diario "The Guardian".

Según los expertos, un fenómeno especialmente inquietante es el fuerte aumento de la obesidad en la niñez, que podría hacer que se dispare el número de personas con demencia hasta dos millones o dos millones y medio en este país.

Varios estudios efectuados indican que el ejercicio diario puede reducir el riesgo de demencia entre un 30 y un 40 por ciento.

Las dietas ricas en vitamina C reducen el riesgo en un 15 por ciento y algunos estudios sobre la llamada dieta mediterránea indican que ésta puede limitarlo hasta en un 40 por ciento.

Según el profesor Jeremy Pearson, director médico adjunto de la Fundación Cardiológica Británica, los principales factores de riesgo de las enfermedades cardíacas coinciden con los de la demencia.

En los últimos treinta años se ha logrado, según ese científico, reducir el número de muertes prematuras por enfermedades cardíacas mejorando la dieta, convenciendo al enfermo de que deje el tabaco y con la administración de fármacos adecuados.