El ministerio dijo que esos proyectos, que se llevan a cabo en dos hospitales no identificados, tienen como objetivo estudiar la "seguridad y eficacia" de ese tipo de servicios en locales no tradicionales.

Actualmente, los abortos se llevan a cabo únicamente en hospitales del Servicio Nacional de Salud y en una serie de clínicas especiales y necesitan la autorización de dos médicos.

La evaluación de las pruebas que se llevan a cabo actualmente se habrá completado para el próximo enero y los resultados se estudiarán cuidadosamente antes de tomarse una decisión, señalan las autoridades.

El tipo de abortos cuya viabilidad se estudia ahora son los que se llevan a cabo en las primeras semanas del embarazo mediante la ingesta de dos tabletas bajo supervisión médica.

En octubre, el comité de Ciencia y Tecnología de la Cámara de los Comunes, que estudió la conveniencia de rebajar el límite legal de 24 semanas para la práctica del aborto, llegó a la conclusión de que muchas mujeres tienen que esperar demasiado tiempo para abortar y abogó por que se faciliten las cosas.

Un sondeo publicado este año en la revista médica "Pulse" indica una oposición creciente a los abortos entre los médicos de cabecera: uno de cada cinco es partidario de una prohibición total mientras que más de la mitad aboga por reducir el actual límite de veinticuatro semanas.

Actualmente, las mujeres que han llegado hasta la novena semana de embarazo pueden acudir a una clínica privada, al hospital de la Seguridad Social o a determinadas consultas para que se les administren dos fármacos con cuarenta y ocho horas de diferencia a fin de provocarles un aborto.

Pero, de acuerdo con la ley de abortos de 1967, el ministerio de Sanidad puede dar luz verde para que puedan practicarse también abortos bajo determinadas condiciones en locales no tradicionales.

La píldora para el aborto temprano se introdujo en el Reino Unido hace ya quince años y, según los expertos, se trata de un método muy seguro, pero que requiere apoyo más intenso a la paciente por parte del proveedor de ese tipo de servicios.

El año pasado se registraron en el Reino Unido más de 200.000 abortos, de los que un 89 por ciento se llevaron a cabo antes de trece semanas y sólo un 2 por ciento después de 20 semanas de embarazo.