"El incidente de intoxicación en Japón causado por raviolis importados por una planta del norte de China, ha sido un caso especial de sabotaje y no es probable que haya sucedido en China", señaló Yu Xinmin, subdirector del buró de investigación criminal del Ministerio de Seguridad Pública en rueda de prensa.

"Después de llevar a cabo una investigación completa, creemos que hubo pocas posibilidades de que el (pesticida) metamidofos fuera introducido en los raviolis en China", agregó Yu.

Por su parte, el viceministro de la Administración General de Supervisión de Calidad, Inspección y Cuarentena (AQSIQ, siglas en inglés), Wei Chuanzong, indicó: "Hemos llegado a la conclusión de que la intoxicación en Japón es un caso individual y artificial en lugar de uno de seguridad alimentaria provocado por residuos de pesticida".

El caso de los raviolis (una especie de empanadilla conocida en China como "jiaozi" y "gyoza" en Japón) ha complicado las relaciones entre ambos países enemigos en un momento de armonía diplomática.

De hecho, el incidente ha creado una situación de "paranoia" en Japón con respecto a las importaciones de alimentos chinos, en opinión de Wei, ya que según las investigaciones chinas no hallaron ningún resto de pesticida en las muestras ni en el proceso de producción.

Más de 3.700 japoneses contactaron a principios de febrero a las autoridades sanitarias al sentirse enfermos tras ingerir las empanadillas, aunque el gobierno chino sólo informó de 10 casos confirmados.