Según Murray Straus, co director del laboratorio, el análisis de cuatro informes sobre castigos corporales de los padres a los niños reveló que están estrechamente vinculados a tres problemas sexuales que exhiben al llegar a la adolescencia o la edad madura.

Straus, quien presentó su estudio en la reunión sobre "Violencia y Abuso en las Relaciones" organizada por la Asociación de Psicología de EEUU en Bethesda (Maryland), dijo que esos problemas pueden ser violencia física en las relaciones sexuales, sexo premarital peligroso sin condón y sexto masoquista.

"Estos resultados, junto con los de más de 100 estudios, sugieren que el castigo corporal es origen de relaciones sexuales violentas y problemas de salud mental", dijo Straus.

Agregó que debido a que un 93 por ciento de los estudios coinciden en la influencia negativa del castigo y a que el 90 por ciento de los padres estadounidenses lo realizan, los beneficios potenciales en la prevención de la relación sexual violenta es muy grande.

El investigador indicó que más aún "debido a que otras investigaciones señalan que el castigo corporal no es más efectivo que otros métodos disciplinarios, no hay ninguna necesidad de exponer a los niños" a ese método.

"Podemos prevenir los problemas de salud mental y la violencia en las relaciones sexuales con una política de salud nacional que recomiende que nunca se aplique el castigo corporal a los niños", indicó.