Levante-EMV, Alicante.

La terapeuta familiar Elena Herrera ha destacado la mirada "positiva, normalizadora y posibilista" que los hermanos de discapacitados intelectuales tienen sobre estos, frente a la más "protectora" de los padres, destacando que esta parte del grupo familiar era hasta hace pocos años "invisible".

Desde su experiencia con hermanos de discapacitados, muchos eligen libremente ocuparse de sus familiares discapacitados una vez que faltan los padres, pero otros prefieren mantenerse en una segunda línea, como tutores, pero dando más protagonismo al sistema de protección.

A su juicio, los hermanos "son los grandes aliados" tanto de los terapeutas como de las asociaciones, ya que tienen una mirada más normalizada y posibilista respecto de lo que sus familiares discapacitados pueden hacer, "confían más en su potencial", en que puedan vivir en un piso, ir al cine o disfrutar de otras bondades de la vida, sin olvidar que requerirán de cuidados constantes.

Los hermanos, "invisibles" hasta hace pocos años dentro de las familias con discapacitados, "tienen que tener derecho a elegir cómo colaborar", sin que se les "obligue" a tener que hacerse cargo del familiar cuando faltan los padres o envejecen.

También son necesarios como interlocutores entre las asociaciones de discapacitados y las administraciones a la hora de reclamar recursos y atención.

En cuanto al papel de los hermanos dentro de las familias, la terapeuta ha observado que "no eran escuchados, ni tenidos en cuenta", a veces incluso se les "ha exigido más responsabilidad de la que les correspondía", no han contado con un necesario espacio personal, y han sido "desatendidos amorosamente".