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La solidaridad valenciana llega a Nicaragua. El jefe de la Unidad de Otorrinolaringología d el hospital Casa de Salud, Rafael Barona, viajó a Ciudad Darío para ayudar a niños sordos y sin recursos económicos. Esta población nicaragüense de cuarenta mil habitantes carece de centros médicos y sus vecinos deben recorrer 60 kilómetros para recibir atención sanitaria». El doctor valenciano afirma que se decidió a viajar a Nicaragua para colaborar con la Comunidad de Hermanas de Santa Ana«al ver que había organizaciones que necesitaban prótesis auditivas y no sabían cómo adaptarlas». Barona elogia el trabajo de las religiosas. «Me llama la atención no sólo su generosidad, sino sus ganas, el cariño de la gente cuando vas por la calle, el respeto que les tienen, la labor que hacen con todos, el cómo intentan que su hogar escuela no viva de donativos sino de su propio trabajo para el que montan talleres, pinturas y artesanías que luego venden, e intentan automantenerse y así, con los donativos, ayudan a la gente ya que puede que algún día no les llegue el dinero y quieren saber autoabastecerse y ser autónomas».

Veinte días de estancia

Fueron 20 días de estancia en Ciudad Darío, suficientes para dejar huella. Al llegar ala ciudad nicaragüense se sorprendió de lo que vio. «Al ver las casas arrasadas por el huracán Mitch se te caía el alma a los pies», afirma Barona.

Un día normal en la vida del otorrinolaringólogo valenciano durante su estancia en Nicaragua consistía en «tratar de ayudar a la mayor parte de niños sordos, pero corrió la voz y las colas fueron enormes ya que venían de pueblos de los alrededores para que les ayudáramos. El problema de lo audímetros ahora, será el mantenimiento, mandar pilas, que les duren, etc.».

Rafael Barona mantiene que la ayuda del Estado a las ONG debería tratar de encauzarse de otra manera ya que, en su opinión, «a estas organizaciones las tienen que sostener la gente y las personas que tengan ilusión por las cosas. Las ONG deben de hacer una labor gratuita y buscarse sus propias subvenciones sin acogerse a los poderes públicos y con esa filosofía nos fuimos a Nicaragua».

En la actualidad, Rafael Barona prepara un viaje a Ghana para atender a niños sin recursos.