Acoger y cuidar a personas que por alguna razón se han quedado en la calle y sin hogar, forma parte de la labor que realiza la Obra Social Sant Joan de Déu. Para ello han habilitado un albergue como residencia temporal y además han creado un programa para su reinserción social y laboral. «Ayúdanos a darle la vuelta» es su nueva campaña solidaria. Esta iniciativa tiene como objetivo dar a conocer la Obra Social y sensibilizar a la sociedad con la realidad sufrida por determinados colectivos en dificultades tanto económicas, como sociales, que por su trayectoria se han convertido en personas vulnerables que viven marginados por el sistema.

Este programa de atención social surgió hace ya dos décadas en las que se han volcado en dar respuesta a unas necesidades que se observaban dentro del albergue. La solución fue incorporar además de un espacio residencial, programas de acogida y apoyo, de deshabituación a adicciones, cuidados médicos, inserción laboral, etc. De esta manera, además de una residencia, encuentran un centro social con unas características diferentes.«Hay personas que caen en un pozo sin salida, con adicciones, sin autoestima, con pérdidas familiares, sin trabajo, pierden las ganas de vivir y se piensan que ya no son capaces de hacer nada más. Este tipo de personas están en la calle, pero aquí las acogemos», describe Isabel Tortajada, directora de Sant Joan de Déu.

El año pasado atendieron a cerca de 500 personas. Pero esta realidad se ha agudizado con la crisis económica que golpea de forma masiva a este colectivo y complica su inserción laboral. «El estado de bienestar ha dejado de lado a muchas personas y necesitamos un cambio estructural hacia la solidaridad y con compromiso», afirma Tortajada. Seguir dando oportunidades, propiciar una transformación social y crear un proyecto de cohesión, son pautas básicas para esta iniciativa que pertenece a la Orden Hospitalaria Sant Joan de Déu.

La orden cumplió 125 años de presencia en Valencia durante 2012 y es una de las organizaciones no gubernamentales más grandes del mundo, está presente en más de cincuenta países, da asistencia a 20 millones de personas y tiene un total de 288 centros. La Obra Social actúa de forma transversal, recogiendo la solidaridad de personas, asociaciones, empresas e instituciones que dan apoyo a los distintos programas de atención social. «Necesitamos dinero y consideramos que es fundamental trabajar con la Administración para configurar una red.

La Generalitat Valenciana no está pagando los convenios ni las subvenciones acordadas y nosotros queremos que la sociedad valenciana colabore, junto con las entidades públicas y privadas», sostiene Tortajada. Por otra parte, ya son más de 3.000 las personas que con sus donativos han ayudado a la Obra Social a seguir adelante y a poder ofrecer oportunidades y calidad de vida mediante sus programas de inclusión socio-laboral.