La joven afincada en Valencia Catalina Valencia ha sido la única representante española en la escuela de verano organizada por la Alianza de las Civilizaciones y Education First del 16 al 23 de agosto pasado y en la que intervinieron representantes de la ONU. La cooperante pertenece a la ONG Promis, que se dedica a la promoción de la integración social. A través de su blog Guía multicutural de Valencia, da a con ocer las diferentes propuestas multiculturales de la capital.

¿Cómo salió elegida para representar a España entre miles de aspirantes?

Nadie me explicó qué factores influyeron en mi elección. Vi la convocatoria y decidí presentarme. Los requisitos eran pertenecer a una asociación, haber realizado alguna acción social y un buen nivel de inglés. Escribí una especie de ensayo, hice la prueba del idioma y me escogieron. Unas 100.000 personas se interesaron por las pruebas y sobre 15.000 terminaron el formulario. Creo que influyó el conocimiento de inglés.

¿Qué temas se abordaron en la escuela de verano de la Alianza de las Civilizaciones?

Fue una semana muy intensa. La ciudadanía global fue una de las cuestiones, como acercarse a personas diferentes más allá de tópicos o estereotipos. Se incidió en la filosofía de que lo importante no es de dónde eres sino hacia dónde vamos. También se abordó la violencia de género y otro tipo de conflictos. Otro de los temas relevantes fue cómo saber encontrar puntos comunes entre dos personas que tienen intereses enfrentados. Finalmente, en la ONU asistimos a un debate sobre juventud y contrucción de la paz

¿Cuál era el objetivo de este encuentro?

Principalmente sirvió para dar herramientas para generar un diálogo intercultural

Alianza de las Civilizaciones suena muy pomposo. ¿Qué es y para qué sirve?

Es un organismo de Naciones Unidas creado para generar en el mundo espacios de entendimiento a nivel social, religioso o cultural. Incide mucho en la educación para inculcar desde pequeños valores de respeto a la multiculturalidad. Así, tiene un proyecto que implica a escuelas, profesores y alumnos con el fin de transmitir esos valores.

¿Tenemos asumida la interculturalidad, reconocer que hay otros diferentes?

En global, no. Sobre todo la ciudadanía global, la visión de pertenecer a un mundo en el que cada uno aporta cosas independientemente de pertenecer a una raza, religión, cultura o forma de pensar.

La no aceptación de la ciudadanía global nos puede conducir al racismo...

Efectivamente. No ser capaz de percibir que no hay nadie superior por pertenecer a una raza o a una religión nos lleva al racismo. La educación está en la base de todo, por eso es muy importante empezar a inculcar conceptos como el de la ciudadanía global desde pequeños. Los niños no tienen prejuicios, los adquieren cuando se hacen mayores al ver conductas que tienen otros.

También deberíamos ser menos egoístas.

Claro, hay que implicarse en algunos temas aunque creamos que no nos afectan. Por ejemplo, el medio ambiente. Pensamos que la deforestación del Amazonas no va con nosotros, pero eso no es verdad, es un problema muy grave que nos afectará y debemos implicarnos. Y el problema del agua, y el de Palestina...

¿Hay racismo en España?

Generalizar sería injusto. España no es racista, hay casos aislados, como se dan en otros países de nuestro entorno, que afectan a colectivos como los gitanos o los gays y lesbianas. Pero eso no nos debe hacer pensar que estamos en un país racista. La sociedad española es abierta y tolerante.

¿La crisis económica nos hace menos tolerantes con los que consideramos diferentes?

Sí, agrava problemas como la xenofobia. Lo estamos viendo en varios países de Europa con la irrupción de partidos xenófobos y de extrema derecha. En España, por ahora, no ha sucedido y el descontento por la crisis económica ha desembocado en el ascenso de movimientos como Podemos, que, desde luego, no es de extrema derecha. Aquí los partidos racistas son residuales. Los españoles no se sienten tan amenazados por la inmigración, supongo que también ha influido el retorno de muchos extranjeros a sus países por la recesión.

La crisis ha recortado las ayudas públicas a la cooperación internacional.

En la Comunitat Valenciana el recorte ha sido brutal. Creo que el caso Blasco ha influido mucho. No lo veo justo porque nos impide llevar a cabo muchos proyectos.

¿Qué armas tiene el ciudadano a nivel individual para evitar el avance del racismo?

Lo primero que debe hacer e alejarse de los prejuicios que tanto daño nos hacen. También es muy importante asociarse a entidades solidarias y de cooperación porque ayuda a conocer la realidad de otros países y su realidad social y económica.