Global Network for Rights and Development (GNRD), ONG internacional con estatus consultor en Naciones Unidas con sede en Valencia, ha construido junto a la ONG Fami un comedor con capacidad para más de 200 niños en la aldea de Soavinarivo „ una población a 180 km al sur de la capital Antananarivo. Además de las obras para edificar el comedor, GNRD ha ampliado la única escuela existente en la zona sumándose así al proyecto Willka dirigido por el escritor valenciano Carlos Gómez.

El comedor abrirá sus puertas el próximo día 6 de octubre coincidiendo con el inicio del nuevo curso escolar en Madagascar, y gracias a la acción de Fami los niños y niñas de la aldea tendrán al menos una comida garantizada al día.

Por otra parte, la participación de GNRD en la ampliación de la escuela ha consistido en la construcción de una residencia para aquellos estudiantes que viven lejos de Soavinarivo y no pueden desplazarse diariamente para ir a clase. Con la construcción de estas instalaciones, todos los niños de la aldea de Soavinarivo y sus alrededores tendrán la oportunidad de acceder la educación primaria y de acabar sus estudios.

Hoy en día, el porcentaje niños que acceden a una educación primaria en Madagascar se sitúa cerca del 79 %, aunque sólo un 60% completan los estudios básicos. Las dificultades económicas de las familias, los problemas de salud, la lejanía de las escuelas y la pobre opinión de la educación en general son los principales factores relacionados con el abandono escolar en esta etapa.

El proceso de construcción del comedor escolar y de la residencia será grabado por Assisi Producciones, quienes junto a GNRD producirán un documental de 72 minutos con el fin de mostrar la importancia del derecho a la educación universal y su papel en el desarrollo de la sociedad.

Con su participación en el proyecto, Global Network for Rights and Development reitera su compromiso con la educación, uno de los derechos básicos recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos. A pesar de su relevancia, hoy en día siguen habiendo 58 millones de niños en el mundo que continúan sin tener acceso a una educación básica, especialmente en el África subsahariana.