Los viandantes que llenaban ayer la plaza del ayuntamiento y sus alrededores se encontraron durante toda la jornada con un desafío para los sentidos: la Coordinadora Valenciana de Comerç Just salió a la calle, en concreto al paseo de Russafa, para presentar sus productos, tanto materiales como morales. Varios puestos ambulantes permitieron ofrecer los productos que venden diferentes asociaciones y, a la vez, concienciar a la ciudadanía de la importancia y la bondad de estas iniciativas.

Alimentación, complementos y algo de ropa eran los artículos que más destacaban, y todos ellos realizados bajo una misma premisa: ser realizados por trabajadores en zonas necesitadas o en situación de riesgo, en condiciones laborales dignas y sin discriminación, y a unos precios razonables. Entre otras cosas, porque el proceso es coordinado por ONGs y se evitan los costes que suponen la marca y el intermediario.

No es de extrañar, por ello, la sorpresa de los clientes al contemplar cómo los productos, espectacularmente presentados, tenían unos precios más que competitivos. Tabletas de chocolate a dos euros, paquetes de café a tres, refrescos a uno y medio... y es que la alimentación era (y es en cualquiera de las tiendas permanentes) el elemento estrella. Cacaos, pastas y galletas, cremas de cacao, miel, infusiones... todo con llamativos paquetes «y con unos sabores que podemos comparar perfectamente con productos gourmet» aseguraba el coordinador de la muestra, Carles Xavier López «pero con unos precios mucho más bajos.

En estos días quedan espectaculares para cestas de Navidad, y con la garantía añadida de estar haciendo una labor importante». Comercio Justo, un movimiento que lleva ya 50 años en funcionamiento, se caracteriza por trabajar fundamentalmente con cooperativas en países principalmente de África y Suramérica. Los productos permiten reinvertir y, sobre todo, dar dignidad a los trabajadores. La Tenda de Tot el Mon, Perjades, Setem, Ecosol, Solidaridad Internacional, Cáritas e Intermón Oxfam fueron las encargadas de embelesar con sus mini-tiendas. Así mismo, el ayuntamiento de Sagunt recibió el título de «Ajuntament pel consum responsable» por su implicación a la hora de facilitar y adquirir estos productos.