El Bourbon Argos no es un barco cualquiera. Es el último que quedaba de Médicos Sin Fronteras en el Mediterráneo central y que el pasado 30 de diciembre tomó tierra, tras una campaña en la que se ha salvado la vida de 20.129 personas que trataban de cruzar los 600 kilómetros que separan las costas de Libia e Italia. Junto al Bourbon Argos, el M.Y. Phoenix (de la ONG maltesa Moas) y el Dignity 1 formaban la flota de MSF que ha luchado día y noche desde el mes de mayo contra las inclemencias meteorológicas y los riesgos del oleaje para rescatar a miles de personas de las fauces del mar.

El trayecto entre Libia e Italia es, sin duda, el que mayor dificultad tiene para los inmigrantes. Mientras que en el tramo del Egeo, entre Grecia y Turquía, sólo hay 4 kilómetros, en el Mediterráneo central la distancia es de 600. La gran diferencia se traduce también en el porcentaje de víctimas. «Una persona de cada mil que intentan cruzar por el Egeo muere, sin embargo, desde las costas de Libia fallece 1 de cada 50», explica Fernando García, responsable de prensa de MSF. «No tienen posibilidades reales de llegar a tierra», remata García.

Ahora, la organización ha anunciado que deja de actuar en esa zona por el descenso de personas que tratan de llegar a Europa desde Libia. Según García, las condiciones climatológicas en los meses de principio de año provocan «olas de cuatro a cinco metros de altura que hacen que menos gente esté dispuesta a arriesgarse». Además, desde la ONG también aseguran que «a día de hoy hay una cantidad suficiente de actores para lidiar con las necesidades existentes en la zona». El propio García explica que los gobiernos «han ido poniendo recursos con barcos militares que al final son más efectivos que nosotros».

Sigue la campaña en el Egeo

No obstante, la actividad de salvamento de MSF no se va a detener. La ONG continuará actuando, en colaboración con Greenpeace, en el paso del Egeo entre Turquía y Grecia, donde logra salvar a «centenares de personas al día mediantes lanchas».

Asimismo, MSF ha realizado en un comunicado un llamamiento a las autoridades para que brinden nuevos recursos de rescates adecuados que sirvan para prevenir tragedias en los próximos meses. «Estamos completamente convencidos de la importancia de las operaciones dedicadas a la búsqueda y rescate de personas, pero nosotros somos médicos y estos no debería ser parte de nuestro trabajo. Esperamos que Europa ponga los recursos suficientes en 2016 y que la presencia de nuestras embarcaciones no sea necesaria de nuevo», incide Paula Farias, responsable de las operaciones de MSF en el Mediterráneo.