«Recibí cuatro controles prenatales y me atendieron muy bien en el servicio de salud. Fue un parto rápido y la comadrona estuvo muy atenta y me acompañó en todo momento», con este testimonio de una joven de Guatemala se inicia el cortometraje documental que presentó Farmamundi el pasado viernes en el MuVIM. Pueden parecer dos frases simples y anodinas en España, pero no lo son en este país de Centroamérica, donde entre enero y abril de 2014 murieron 571 mujeres en edad fértil.

La entidad solidaria Farmamundi, con la ayuda de la Diputación y el Ayuntamiento de Valencia entre otros, se ha volcado en la mejora de la atención materna y neonatal en Guatemala, concretamente en la región de Huehuetenango, y los resultados, según dicen, ya se notan: por las 571 muertes entre enero y abril de 2014, 189 en el mismo período de 2015.

El corto, mediante los testimonios de mujeres gestantes, familiares, comadronas tradicionales y personal sanitario del Hospital de Santa Cruz de Barillas, destaca los resultados positivos que se obtienen cuando se realiza una adecuada atención a las mujeres y se aplican las correctas técnicas de planificación y chequeo prenatal.

Hay que recordar que un 40 % de las mujeres guatemaltecas pertenecen a algunas de las 22 etnias indígenas que hay en el país y encuentran por ello grandes dificultades para optar a servicios sanitarios de calidad en igualdad de condiciones. «En ocasiones sufren la negación de un derecho básico, como es el acceso a la atención en salud sexual y reproductiva, llevando a muchas de ellas a la muerte en el momento de la gestación, el parto o el posparto», explica el responsable de proyectos de Farmamundi en Guatemala y realizador del documental, Giovanni Salazar.

Farmamundi, junto a Asecsa (Asociación de Servicios Comunitarios de Salud) facilitan el acceso a la información a las mujeres indígenas con folletos explicativos en las distintas lenguas que emplean, formación de comadronas tradicionales y a través de programas de radio y televisión.

Otros aspectos que tratan son la formación y promoción de la salud sexual y reproductiva de las jóvenes, ya que el índice de embarazos en adolescentes en el país es muy alto. También intentan centrarse en atajar las violaciones y situaciones de violencia en niñas menores de 14 años, que suelen terminar en un parto con importantes secuelas físicas y psicológicas en las jóvenes.