«Facilitar los apoyos a las personas con discapacidad y sus familias para que lleven una vida lo más normalizada posible», es la máxima con la que nace Down València Treballem Junts, una nueva asociación para la visibilización y la lucha por los derechos de las personas con down, que también pretende trabajar con cualquier persona que sufra alguna discapacidad intelectual. Esta ONG, además, está abierta a la colaboración de cualquier persona, incluidas aquellas que no tengan relación alguna directa con el Síndrome de Down, «porque es un tema que afecta a toda la sociedad», reseña Mateo San Segundo, presidente de la asociación.

La idea del proyecto se basa en aprovechar los servicios existentes en la sociedad en beneficio de una normalización de la vida de estas personas. Así, llevarán a cabo dos programas: una planificación centrada en la familia y otra basada en cada persona de forma individual, para que los discapacitados logren ser lo más autónomos posibles. Es decir, buscan poner al alcance de estas personas las herramientas para cubrir sus necesidades. «Queremos que puedan acceder como cualquier persona a un puesto de trabajo, un ocio normalizado, una vivienda propia... En definitiva, lograr la plena inclusión», explica San Segundo. «Es el entorno el que limita las capacidades de una persona, no el Síndrome de Down. Por tanto, hay que cambiar el entorno para que no discapacite tanto», remata.

De hecho, Amparo Carbonell, vicepresidenta de la asociación, recuerda que estas personas «también pueden cumplir ilusiones como ir a un determinado espectáculo o realizar un viaje». Tan sólo requieren tener a su alcance los recursos necesarios, algo que no difiere de la gente que no tiene discapacidad: «Realmente todos necesitamos apoyos, no solo quien tiene discapacidad», señala San Segundo. En ese sentido, recuerdan la figura de voluntarios, facilitadores, mediadores o asistentes personales que ayudan a que puedan realizar tales actividades.

Formación educativa

Entre otras acciones, en Down València Treballem Junts están preparando ya unas jornadas educativas para profesores y padres, ya que consideran que la formación es un elemento clave para el desarrollo máximo de las posibilidades de las personas con discapacidad. «Hay que ver las capacidades de estos. Son muchas más las cosas que pueden hacer que las que no pueden hacer», insiste San Segundo.