El ministerio fiscal reclamó hoy en la sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia una pena de seis años de prisión para cinco de los 10 acusados de descargarse en sus ordenadores pornografía infantil y de distribuirla a través de la red. Pidió para otros dos una pena de ocho meses, al estimar que sólo adquirieron este material pero que no lo comercializaron. Los otros tres restantes reconocieron los hechos y aceptaron una multa, medio año y año, y año y medio de cárcel.

Las 10 personas están acusadas de compartir ficheros a través de un programa de internet, llamado Emule, que contenían múltiples imágenes y videos de relaciones sexuales de adultos con menores, de unos 2, 3 y 4 años. Algunos de estos archivos se llamaban 'violaciones bestiales'; 'va a ser que nadie es perfecto'; o 'babyshivid-samples 3yo gets it every way im', según figura en el relato del fiscal.

El caso surgió a raíz de una denuncia interpuesta por un ciudadano ante la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Valencia, al observar el intercambio de estos videos por el Emule. Como consecuencia, se abrió una investigación y se obtuvieron las identidades y direcciones IP de las personas que compartían u ofrecían estos archivos. Seguidamente, se obtuvo de los proveedores del servicio internet la identidad y domicilios de los titulares de la línea de conexión desde los que se realizaron las descargas y distribución del archivo, y se obtuvo un auto para registrar las viviendas.

Entre los acusados, se encuentra un ingeniero técnico de informática y gestión, residente en Madrid, que trabaja en este sector. Éste, a quien se le intervinieron cuatro discos duros y dos DVD con contenido de pornografía infantil, negó hoy ante el juez los hechos que se le imputan y aseguró que no se descargó "intencionadamente" ninguno de estos archivos. Explicó que se descargó cuatro o cinco enlaces de internet para bajarse archivos más rápido y que, entre ellos, estarían estas imágenes y videos.

Indicó que "todo" se descargaba a una carpeta que tenía en su ordenador que se llamaba 'X', y que había muchos archivos que no veía, que directamente grababa en DVD. Así, expuso que el día en que acudió la Guardia Civil a su domicilio y le puso los videos, casi se desmaya por el contenido y tenía la sensación de estar "desolado". Destacó que era incapaz de ver ese contenido y que no era su intención intercambiarlo.

El hombre, que reconoció que a parte de series y juegos, se descargaba pornografía, pero no infantil, también dijo que no había visto nunca entre sus archivos el título de 'violaciones bestiales' y que, si había algún otro, no lo recordaba. "Normalmente no me fijo en lo que descargo", reiteró.

A otro de los acusados, del municipio valenciano de Alzira, la Guardia Civil le intervino tres discos duros en el que existían cuatro vídeos de "claras" escenas sexuales, según el fiscal, entre adultos y niños, con duración de tres horas y seis minutos en el historial de descargas. También compartía el vídeo 'violaciones bestiales'.

Sin embargo, éste explicó que "conscientemente" nunca supo de la existencia de estos archivos en su ordenador, y que una vez vio uno y lo borró "enseguida". "Si hubiera visto el resto también los hubiera borrado enseguida", puntualizó. Indicó que al seleccionar los videos que se descarga no se para a ver el nombre porque no tiene casi tiempo, y dijo que no le gustaba "para nada" la pornografía infantil.

LOS MISMOS ARGUMENTOS

Estos argumentos son los mantenidos prácticamente por los otros cinco acusados, quienes reconocieron que utilizaban el programa Emule aunque negaron que se descargasen pornografía infantil. Todos indicaron que solían bajarse pornografía "normal" y otros juegos, videos y música. Así, uno de ellos, incluso aseveró que desconocía que hubiera archivos de ese tipo por internet. Otra acusada destacó también que "nunca" vio "ningún" archivo con ese tipo de contenido.

Otra pareja acusada de estos hechos y que compartía piso en el momento de los hechos, expuso que conocía el Emule y lo utilizaba para descargarse elementos, entre ellos pornografía, pero no infantil. Ambos relataron que cuando vieron un archivo de este contenido en su ordenador, lo borraron "inmediatamente". En él, dijeron, "había imágenes malísimas".

Frente a estas siete personas, otros tres acusados reconocieron los hechos. Uno de ellos difundió uno de estos videos durante dos días; otro dijo compartir estos archivos de contenido sexual entre adultos y niños también durante otros dos días; y el tercero asumió el mismo argumento.