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El amigo que acompañó a Celeste y a su supuesto homicida al lugar de los hechos no terminaba de creerse ayer lo sucedido. El joven aseguró a Levante-EMV: "No lo creía capaz. Es algo agresivo, pero no me esperaba lo que ha ocurrido. Había tenido problemas con sus padres. Cuando yo lo dejé con Celeste lo vi normal". El testigo prestó declaración el sábado en la Jefatura Superior de Policía y explicó a los agentes de Homicidios que había dejado a Celeste con Braulio tras el "botellón". El joven declara que la víctima y el presunto agresor no habían mantenido ningún tipo de relación.
Braulio acababa de firmar un contrato de prácticas en un restaurante como camarero. El acusado se define en su perfil de internet como "gracioso, a veces un poco infantil, simpático, vergonzoso y comprensible".
Una amiga de la adolescencia de Celeste y conocida de Braulio aseguró que el supuesto homicida era una "persona muy normal. Era tímido y muy cerrado, pero nunca noté nada raro". La joven apuntó que Braulio y Celeste "sí tuvieron una relación" esporádica. Otro joven del círculo de amigos coincidió con el principal testigo en que "había tenido problemas en su casa, pero el padre le perdonó".
La policía barajó en un primer momento que el último novio de la víctima estuviera implicado en el suceso, pero lo descartó tras avanzar la investigación. Las sospechas se produjeron porque algunos vecinos indicaron que la joven dejó a su novio, y que hacía un par de semanas "se les había visto discutiendo en la calle". El novio "se acercaba con frecuencia a su casa y le llamaba al telefonillo para que bajara, pero su madre lo quería lejos de ahí", según los vecinos.
