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Una anciana millonaria supuestamente envenenada por su familia en Costa de Marfil. Una herencia de ocho millones de dólares que puede ser suya a cambio de prestar la ayuda necesaria para sacar la fortuna del país. Un pastel muy tentador pero que esconde gato encerrado. Así engañaban a sus víctimas europeas un grupo de estafadores arrestados en Valencia esta semana. Para completar su timo con éxito los delincuentes preparaban un encuentro con los incautos estafados en las dependencias de la Ciudad de la Justicia de Valencia. La clave era hacer más creíble la farsa.

Mediante este conocido timo de las cartas nigerianas los presuntos estafadores obtuvieron más de 300.000 euros de al menos tres víctimas distintas, todas ellas de nacionalidad austríaca, según fuentes policiales. Uno de los afectados se percató del engaño y lo notificó a las autoridades de su país, quienes se pusieron en contacto con la policía nacional española a través de la embajada.

La víctima siguió manteniendo el contacto con los timadores y aceptó una invitación de éstos para viajar a España, donde supuestamente se le haría entrega del dinero. El lugar escogido por los delincuentes no era otro que la Ciudad de la Justicia de Valencia, un edificio con cámaras de vigilancia y custodiado por la Guardia Civil, la policía nacional y seguridad privada.

Dependencias vacías

Al parecer, los estafadores entraban en las dependencias judiciales por la puerta principal como cualquier ciudadano. Dentro, en una de las muchas salas que permanecen vacías a lo largo del día, otro miembro de la banda los esperaba para montar todo el paripé. Según ha podido sabe este periódico, uno de los timadores se hacía pasar por embajador de Tanzania en Francia y el otro por el médico particular de la anciana millonaria, que se quedaría con el 15 por ciento de la herencia en concepto de comisión.

Agentes de la Brigada de Delincuencia Económica de la UDEF Central y de la Jefatura Superior de Policía de Valencia, encargados de la investigación, montaron un operativo el pasado miércoles en las inmediaciones de las instalaciones judiciales para dar con los autores de la estafa.

Fruto de este dispositivo policial se pudo detener ese mismo día a uno de los presuntos delincuentes, un hombre de nacionalidad nigeriana, arrestado en el cruce de la calle General Urrutia con la avenida Hermanos Maristas. Posteriormente, los agentes realizaron un registro domiciliario en un piso de la avenida Blasco Ibáñez de Valencia. Allí la policía detuvo a otras dos personas, un hombre y una mujer, ambos de origen nigeriano. Asimismo, los agentes se incautaron de un ordenador y numerosa documentación, como recibos y transferencias bancarias, utilizadas para cometer la estafa.

Los tres detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 12 de Valencia acusados de un delito de estafa y otro de asociación ilícita. La investigación continúa abierta para dar con el resto de la banda, ya que el cabecilla de la organización sigue desaparecido.