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La policía nacional investiga el incendio intencionado de cuatro cajeros automáticos en una misma noche en dos sucursales bancarias de Valencia. ¿Un acto vandálico, un antiguo cliente descontento o un ataque de grupos antisistema? Por el momento se desconocen los motivos que originaron este fuego provocado.
Los dos focos se produjeron en la avenida Aragón de Valencia y la calle Guardia Civil, en dos sucursales de distinta entidad bancaria, en un margen de poco más de media hora. De ahí que se sospeche que el autor o autores de los incendios prendieran fuego al primer cajero, en una sucursal de La Caixa, y posteriormente se desplazaran, a apenas unas manzanas, e incendiaran otros tres en una oficina de Bancaixa.
"Parecía una falla, salía mucho fuego", comenta Dolores, una vecina de la calle Guardia Civil, donde los desperfectos ocasionados en la sucursal fueron mucho mayores. De hecho, el fuego calcinó totalmente tres cajeros automáticos, la entrada al banco y la talla del techo.
El fuego se inició a las tres y media de la madrugada de ayer, cuanto los vecinos de las fincas colindantes a la sucursal, situada en la calle Guardia Civil, se levantaron sobresaltados de la cama tras escuchar los gritos que alertaban de las llamas. Pese a que varios de ellos confiesan que se asomaron a la ventana a ver qué sucedía, ninguno logró ver a nadie en los alrededores.
Ayer por la mañana muchos eran los ciudadanos que al ir a sacar su dinero veían sorprendidos el estado en que había la sucursal bancaria. Ésta permanecerá cerrada hasta final de semana, según aseguró su director general, debido a los grandes destrozos provocados por el incendio. "Está todas las paredes llenas de hollín y habrá que cambiar la talla", explicó uno de los trabajadores.
Tan sólo media hora antes, a las tres de la madrugada de ayer, otro incendio calcinaba otro cajero automático en una entidad bancaria de la Caixa, situada en el número 40 de la avenida Aragón.
En este caso el fuego sólo afectó a la zona donde se encuentra el cajero, por lo que hoy será de nuevo abierto al público. Ayer por la mañana agentes de la policía científica estuvieron tomando muestras en el lugar y revisando las grabaciones de las cámaras de vigilancia para dar con los autores.
