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La policía detuvo el martes por la noche a dos mujeres y un hombre de 33, 34 y 37 años por la muerte de un hombre de 66 años cuya desaparición fue denunciada por la hija de éste ante la Comisaría de Policía de Castelló hace cuatro meses y cuyo cuerpo apareció en una finca de Elx. Los detenidos son la compañera sentimental de la víctima y una pareja de amigos, por lo que se baraja un móvil sentimental.
La investigación se inició en septiembre, cuando la hija del desaparecido intuyó que algo grave le ocurría a su padre, que residía en Santa Pola con su novia, después de que perdiera el contacto con él durante meses a pesar de que antes hablaran casi a diario.
Restos de sangre en la lámpara
La policía inspeccionó en noviembre su casa de Santa Pola. A pesar de los nuevos inquilinos, halló restos de sangre en una lámpara del techo que coincidían con el ADN del desaparecido. Ello hizo sospechar que la muerte pudo producirse en la casa y que el cuerpo fue trasladado luego a una finca de la partida de Asprillas, en Elx.
Las pesquisas se centraron en una vivienda donde residía una francesa amiga del fallecido y de su novia, junto con su pareja sentimental. Ésta fue puesta en libertad.
Tras hablar con el entorno familiar de la víctima, la policía inspeccionó el gallinero de la finca de Asprillas con picos y palas. A última hora del martes, y a metro y medio de profundidad, hallaron el cuerpo de un hombre momificado.
El agujero, oculto por un palé, dejó al descubierto el cadáver envuelto en una manta y con un cuchillo de cocina clavado en el esternón. La autopsia desvelará si la muerte se produjo a causa de las puñadas y de las heridas recibidas con un martillo.
