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Daniel T. S., un niño de 13 años, vecino de Bellreguard, en la comarca de la Safor, perdió la vida en la tarde de ayer al derrumbarse un gran muro situado en la Alqueria del Trinquet, en el término municipal de la vecina localidad de Almoines.

El trágico accidente ocurrió alrededor de las ocho y media, cuando un grupo de alumnos del instituto de Bellreguard se introdujo en la finca de naranjos que rodea la alquería para jugar junto al muro del antiguo trinquete.

Por causas que se desconocen, la gruesa pared, formada por mortero, se derrumbó. Los cascotes cayeron sobre el pequeño, que quedó atrapado bajo ellos.

Aterrorizados por lo que habían visto, sus compañeros salieron corriendo para avisar a la madre del menor, quien, asustada por la noticia, llamó a la Policía Local. Al llegar al lugar y comprobar la envergadura del derrumbe y de las dificultades para sacar al niño atrapado, se optó por pedir ayuda. En ese momento tanto los agentes policiales como la madre de Dani ya se temían lo peor.

A pesar de que bomberos de los parques de Gandia y Oliva desplazaron varias unidades y procedieron a desescombrar sin perder tiempo, nada se pudo hacer por salvar la vida del pequeño, que probablemente falleció en el acto.

Efectivos de la Guardia Civil y de las policías locales de Almoines y Bellreguard también se personaron en el lugar de la tragedia. Los bomberos solicitaron refuerzos durante la noche, incluyendo picos y palas, así como brigadas rurales para poder retirar los escombros y certificar que no había nadie más atrapado bajo el cúmulo de piedras.

Debido a la hora del accidente y al hecho de dar prioridad absoluta al rescate de la víctima, las investigaciones para esclarecer la causa del derrumbe de la pared se aplazaron para hoy. Todo apunta a que el mal estado del muro, muy viejo y deteriorado, haya influido en el suceso, así como la lluvia caída durante el pasado fin de semana y el viento moderado que sopló durante ayer y anteayer.

Antonia, la madre del niño, que es trabajadora del Ayuntamiento de Bellreguard, tuvo que ser trasladada al hospital de Gandia presa de una crisis de ansiedad. No es la primera vez que Antonia se ve golpeada por una circunstancia tan dura. Hace dos años y medio enterró a otro hijo de 11 años que falleció por una enfermedad.

El alcalde de Bellreguard, Pere Cremades, y varios concejales de la corporación, acudieron anoche al hospital de Gandia para prestar todo su apoyo a la destrozada madre.