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Dos niños de 13 años han sido identificados por la Policía Local de Valencia por supuestamente herir a cuatro viandantes a quienes dispararon con una escopeta de aire comprimido. Los hechos salieron a la luz el martes por la tarde, gracias a la denuncia de una mujer cuyo hijo de siete años recibió sendos perdigonadas en los gemelos.

La madre, cuyo nombre omitimos para preservar la identidad del menor, recorría la calle del Periodista Roberto Castrovido, de Valencia, cuando el pequeño se quejó. "Me dijo: "Mamá, me has dado". Le dije que yo no le había hecho nada y cuando se empezó a quejar de dolor y escozor en el gemelo, me agaché para ver qué le sucedía. Entonces escuché un par de impactos y pensé que alguien nos tiraba piedras. En menos de un minuto, el niño recibió el segundo perdigonada, que le impacto en el otro gemelo. En ese instante, lo cogí de la mano y salí corriendo hasta doblar la esquina para protegerlo".

La mujer pidió ayuda y alguien llamó a la Policía Local, que envió varias patrullas al lugar. La madre del pequeño y un vecino -y posteriormente, los agentes- recogieron una decena de perdigones aplastados en las inmediaciones de donde se produjo el ataque al niño.

Mientras los agentes trataban de localizar al autor o los autores de los disparos, que dada la trayectoria sólo podían proceder de una finca ubicada en el lado contrario, la madre acudió al servicio de urgencias del Hospital General. Allí se topó con otra víctima de los francotiradores, una mujer que había recibido un perdigonada en un brazo y a quien los médicos descartaron operar, porque, según la madre del niño herido, "el balín se le había alojado demasiado cerca del hueso".

A estas dos víctimas se le suman un hombre que había recibido el impacto de un perdigón unas horas antes cuando pasaba por la misma calle y el de otro hombre que resultó lesionado en la espalda un par de días antes.

Arma intervenida

Los agentes no tardaron en localizar el lugar de procedencia de los disparos: una ventana de un piso ubicado en una finca próxima al lugar donde resultó herido el ni?ño. Al subir, encontraron dentro a dos niños de 13 años: el hijo de los dueños de la vivienda y un amigo suyo que había ido a pasar la tarde con él. El hecho de que sean menores de 14 años los convierte en inimputables a ojos de la ley -no tienen responsabilidad penal-, por lo que los agentes se limitaron a pedirles su identidad para informar a la Fiscalía de Menores. Además, confiscaron la escopeta de perdigones.

La madre del pequeño, el cual no pudo acudir ayer a clase por las heridas y el susto sufridos, ha denunciado la agresión en la comisaría de Patraix, aunque ya ha sido informada de que, al tratarse de dos menores de edad, no podrá emprenderse procedimiento penal alguno contra ellos.