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Una mujer de 70 años y su biznieto de 4, que se encontraban ayer tarde jugando en el patio de su vivienda en Vila-real, murieron al quedar atrapados bajo un techo que cubría parte del porche y que se desplomó por causas que se desconocen, según confirmaron fuentes cercanas a la investigación.

El siniestro tuvo lugar en torno las 18.00 horas en una casa ubicada en el número 27 de la calle Cases de Capote. La policía nacional se ha hecho cargo de las investigaciones para esclarecer qué sucedió y por qué se vino abajo el techado.

El CICU recibió el aviso que alertaba de lo ocurrido a las seis y veinte de la tarde, tras lo cual se desplazaron hasta el lugar una unidad del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) y un Soporte Vital Básico (SVB). Los médicos no pudieron hacer nada por auxiliar a las víctimas, pero sí atendieron a una mujer de 50 años por una fuerte crisis de ansiedad. La madre del menor también precisó atención médica cuando llegó a la casa.La abuela del menor de 4 años y su hermana, cuya edad no ha trascendido, consiguieron salir ilesas al abandonar a tiempo la vivienda.

Los vecinos de la familia explicaron que cuando la abuela -según algunas fuentes, es la mujer de 50 años que hubo de ser atendida por el SAMU- alcanzó la calle con su nieta explicó que echó a correr con ella porque se dio cuenta de que el techo del porche se iba a venir abajo de un momento a otro. Sin embargo, no tuvo tiempo de sacar a su otro nieto.

"Esto está haciendo mucho ruido"

"Selina comentó que cuando estaban debajo del techo le dijo a la bisabuela: "Esto está haciendo muchos ruidos". Luego, por lo visto, escuchó un ruido más fuerte y echó a correr con la niña. Se ve que a la bisabuela y al niño no les dio tiempo a salir".

Nada más producirse la tragedia, los vecinos alertaron a la policía y a los bomberos. Varias unidades de ambos cuerpos se trasladaron al lugar del siniestro y fueron los bomberos quienes retiraron los cascotes que cubrían los cadáveres. Los médicos no llegaron a intervenir, dado que ambos fallecieron en el acto, posiblemente por aplastamiento, algo que deberá confirmar hoy la necropsia.

Los cadáveres de Lola, de 70 años, y de Samuel, de cuatro, fueron levantados pasadas las ocho de la tarde y trasladados al Instituto de Medicina Legal de Castelló, donde hoy se les practicará la autopsia.