La Policía Local de Valencia detuvo ayer de madrugada a Rafael B. P., un valenciano de 36 años, que condujo de forma temeraria y en contra dirección por la CV-35, que protagonizó una persecución policial por las calles de la capital del Túria y que arrolló a seis agentes de policía.

Todo comenzó sobre las doce y media de la noche cuando un agente de la Policía Local de Valencia, que no estaba de servicio, vio que en el carril contrario de la CV-35 había un conductor kamikaze. El policía llamó al 112 e informó de lo que estaba ocurriendo, al mismo tiempo que comenzó a perseguirle desde el otro carril. El agente estuvo informando, en todo momento, de la posición del conductor.

Gracias a las informaciones aportadas por el policía de paisano, agentes del grupo GOES de la Policía Local de Valencia prepararon un control para tratar de frenar al kamikaze.

Cuando éste llegó a la altura del control, lejos de detenerse, se lo saltó y comenzó una huida por las calles de la ciudad. Diversas patrullas le persiguieron. Cuando consiguieron situarse a la altura de su coche, el conductor colisionó voluntariamente con el vehículo policial en repetidas ocasiones con el fin de eludirlos. Debido al choque, seis agentes resultaron heridos leves.

Finalmente, en la Avenida Pío Baroja, tras colisionar nuevamente con el vehículo policial, perdió el control y se detuvo. Una vez detenido, Roberto B. P. se negó a realizar el control de alcoholemia.