Durante las décimas de segundo en que James K. caía al vacío, desde un cuarto piso, un sólo pensamiento recorrió su mente. "Dios ayúdame", recuerda la víctima. Cualquier otra persona hubiera muerto pero James está convencido de que su fe en Dios le salvó la vida. "Cristo me echó una mano. No era yo el que caía, era Cristo, él estaba dentro de mí", asegura este predicador de la Iglesia Evangélica.

Milagro divino o no, un toldo y unos tendederos amortiguaron su caída y evitaron su muerte. "Ese toldo estaba allí por algo", apunta el herido, de 31 años y nacionalidad nigeriana. "Cuando caía Dios estaba conmigo, gracias a Cristo no he muerto", afirma convencido James K., quien se recupera de las leves lesiones sufridas en el Hospital La Fe de Valencia.

Este predicador nigeriano acudió el pasado miércoles por la mañana al domicilio de su presunto agresor, situado en la calle Buen Retiro de Valencia. Según asegura la víctima, iba buscando a una amiga "para predicar la palabra de Dios". Cuando el dueño del piso llegó y lo vio allí dentro comenzó una discusión entre ambos. "Me dijo: 'Sal de mi casa o te tiro por la ventana'", explica el herido. "Pensé que era broma, que no iba en serio, pero me tiró", asegura James.

Ha perdonado a su agresor

Al parecer, el presunto agresor aprovechó su corpulencia física para cogerlo y empujarlo por la ventana, según la explicación de la víctima. No obstante, la versión del acusado dista mucho de ésta, ya que asegura que, al sorprenderlo dentro de su casa, el intruso huyó descolgándose por la ventana, con tan mala suerte que cayó.

El herido va más allá en su relato de los hechos y apuntó que cuando intentaba sujetarse al marco de la ventana para no caer, una mujer "me quitó la mano para que muera", apuntó James K. Al parecer, la policía está tras la pista de esta sospechosa para comprobar la veracidad de este relato.

Por otra parte, el único detenido hasta el momento, un hombre de 30 años, también nigeriano, pasó ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número cuatro de Valencia. En su declaración ante el juez, el acusado insistió en que la supuesta víctima se introdujo en su casa sin permiso y que fue él quien se cayó solo al intentar huir por la ventana. Pese a negar los hechos, el juez ordenó su ingreso en prisión comunicada y sin fianza, según pudo saber este periódico.

Al conocer la noticia del ingreso en prisión de su presunto agresor, James, lejos de alegrarse, confesó que no estaba contento por ello y que ya le ha perdonado. "No debemos guardar rencor ni venganza", manifestó el predicador.