Envases de bebida vacíos, restos de comida en la mesa y toda la casa revuelta. Ese era el escenario que dejaban a su paso la conocida ya como la "banda de la Coca Cola". En estas dos últimas semanas dichos delincuentes han entrado a robar en al menos 10 viviendas en Viver y Bejís. "No hay derecho, se ponen las botas y te desvalijan en una misma noche", criticó Teresa, dueña de una de las viviendas asaltadas.

"Es curioso, no toman bebidas alcohólicas, solo Fanta, Coca Cola y zumos", apuntaba uno de los vecinos afectados. En su vivienda de Viver entraron la noche del pasado jueves tras forzar la puerta del garaje y una de las ventanas de la vivienda. Ese mismo día los presuntos ladrones entraron en otro chalé de esa misma calle.

Apenas un día después, el viernes por la noche, esta misma banda asaltó cuatro casas de campo de Bejís, localidad situada a escasos 15 kilómetros de Viver. Asimismo, una semana antes los ladrones entraron por la fuerza en cuatro viviendas de Viver y en otras dos de municipios limítrofes, según apuntaron fuentes de la zona.

El modus operandi utilizado por los delincuentes es siempre el mismo. Actúan de noche, asegurándose previamente que no hay moradores en la casa. Asaltan casas de campo y chalés en municipios rurales de la contornada, siempre y cuando no cuenten con medidas de seguridad sofisticadas como cámaras de vigilancia o alarmas.

Para acceder al interior de las casas utilizan técnicas rudimentarias como romper el cerrojo de una puerta o forzar las rejas de las ventanas. Una vez dentro no tienen prisa, se lo toman con toda la calma del mundo, incluso tienen tiempo para disfrutar de una copiosa comida. "Estuvieron comiendo y bebiendo hasta que les dio la gana", explicó Teresa.

Una vez saciada su sed y apetito los ladrones sustraen todo aquello con lo que puedan comercializar, desde electrodomésticos y herramientas hasta comida y ropa. "En mi caso se llevaron un generador de luz, una radial, un soldador, É, aceite de oliva y sobres de azúcar sin empezar", relató una de las afectadas.

"Es más el destrozo que hacen que lo que se han llevado", argumenta Mariano, otro de los vecinos afectados. "Han causado daños valorados en 3.000 euros" añadió este hombre. Los delincuentes esperaron a que se fuera a las 23.00 de la noche del jueves para entrar a robar en su casa.