La Guardia Civil de Valencia investiga las circunstancias en que se produjo la muerte de un hombre cuyo cadáver fue encontrado flotando sobre las tres y media de la tarde de ayer en la desembocadura del río Túria. El fallecido portaba documentación en el bolsillo del pantalón y era un hombre joven y de color, por lo que una de las tesis que se barajan es que pueda tratarse de un inmigrante irregular que hubiese caído desde una embarcación de las que arriban a las costas valencianas desde África.

El cadáver fue descubierto por los pescadores que suelen situarse en la escollera de Pinedo. "Empezamos a verlo sobre las tres y media. Era un bulto oscuro. Creíamos que era una boya o una pelota, pero cuando la corriente lo iba llevando hacia la orilla, vimos cómo sobresalía un hombro y nos dimos de que se trataba de una persona".

Los pescadores alertaron a la Policía Local, que avisó a la Guardia Civil. Una lancha neumática del Servicio Marítimo del instituto armado acudió al lugar y, tras asegurarlo con cuerdas, lo remolcó hasta sus instalaciones, contiguas al club náutico de Valencia.

Un agente de policía judicial le tomó las huellas dactilares para comprobar oficialmente su identidad. La forense le practicará hoy la autopsia con el fin de determinar si la muerte fue por ahogamiento o por otra causa, aunque no había señales externas de violencia.