Dos guardias civiles del cuartel de Tavernes Blanques y un guarda de seguridad de un centro comercial de Alboraia están acusado de torturar a un detenido al que agredieron físicamente, vejaron e insultaron, tanto en dependencias policiales como fuera de ellas. Los agentes se enfrentan a una pena de dos años y diez meses de cárcel y diez de inhabilitación por un delito de torturas y el guarda, a nueves meses de prisión y diez años de inhabilitación al ser considerado por la Fiscalía cómplice de lo sucedido.

Uno de los miembros del instituto armado, Carlos Augusto P., tiene otra causa abierta por un delito de narcotráfico, tal como adelantó Levante-EMV el 15 de octubre de 2008.

Los hechos por los que serán juzgados el próximo mes de julio sucedieron el 26 de enero de 2008. Ángel Vicente L., guarda de seguridad, dio aviso de que había detenido a un hombre por un pequeño hurto.

Hasta el centro comercial acudieron Carlos Augusto P. y su compañero Antonio C. G.. Según narra el escrito de acusación, «se dispusieron a trasladar al detenido al puesto de Tavernes. Uno de los agentes conducía, el otro se sentó junto al detenido y el guarda delante, de copiloto. Una vez iniciada la marcha, en vez de dirigirse al puesto, se dirigieron hacia la zona del barranco del Carraixet».

Carlos Augusto P. bajó al detenido del coche y comenzó a preguntarle quién era su cómplice. El guardia civil comenzó a golpearle con la porra mientras le hacía preguntas, al tiempo que le decía cosas como: «¿Eres una mujer o maricona? Te voy a dar una paliza que vas a mear sangre». Ninguno de los otros dos acusados bajó para detener la agresión.

Cuando Carlos Augusto acabó con él, lo volvieron a subir al coche y se dirigieron al cuartel. En el camino, el otro agente «continuó golpeándolo, preguntándole por su cómplice, y amenazándolo con que si no dejaba de llorar le daría "otra somanta" de palos y que si no respondía "le metería la porra por el culo y se la sacaría por la boca"».

Además de la violencia física, los guardias civiles lo insultaron con frases como «eres un payaso y un mentiroso de mierda». Pero la tortura no acabó ahí. En dependencias policiales siguieron pegándole y le obligaron, para su divertimento, a bailar salsa porque el detenido era de origen cubano.

Dos agentes imputados por narcotráfico

Agentes del EDOA de la Guardia Civil de Valencia y de Asuntos Internos de Madrid detuvieron entre el 10 y el 11 de octubre de 2008 a catorce presuntos implicados en el envío de 60 kilos de cocaína que fueron intervenidos en el puerto de Valencia cuando parte de la banda fue a recoger la mercancía Entre los arrestados había dos guardias civiles —un cabo y un guardia— del área de investigacio?n —policía judicial— de Tavernes Blanques. Ocho de los detenidos, entre ellos los dos agentes y un policía local de Pedralba, fueron a prisión El juez procesó a 19 implicados, de los que la mayoría están en libertad.