La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas, todos ellos hombres y en torno a los 30 años de edad, por su presunta implicación en el asesinato de Jorge Solaz Jiménez, alias El Tencó, un hombre de 29 años con antecedentes por tráfico de drogas. El móvil, en principio, parece ser el robo de dinero o droga durante una cita. A Solaz ya le habían quitado, año y medio antes, y a tiros, dos kilos de cocaína, la cantidad máxima que solía manejar.

Los arrestos, llevados a cabo por el grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia, fueron practicados a primera hora de ayer y los detenidos permanecían anoche en distintos calabozos de la Comandancia de Valencia y de acuartelamientos del área metropolitana, para garantizar la incomunicación entre ellos. Estas detenciones —varias se han producido en Silla— se producen sólo tres meses después de la muerte de la víctima.

Según la información a la que ha tenido acceso este diario, todos los detenidos son españoles y residentes en municipios valencianos. Algunos, al parecer, podrían tener antecedentes relacionados con el tráfico de drogas.

Además, los investigadores realizaron ayer varios registros domiciliarios autorizados por el juez que instruye la causa, titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Picassent.

El crimen se produjo el pasado viernes, 4 de junio, en un paraje de Llombai, junto al camino de La Malá, que lleva a una urbanización de Catadau y a un circuito de motos y «quads» en pleno monte.

Un vecino vio un coche en llamas y algo que parecía un cuerpo humano en el maletero. Eran las cinco menos diez de la tarde. El hombre llamó al 112 y enseguida acudieron las primeras patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil, además de los bomberos del Consorcio Provincial.

Así mismo, fueron alertados los agentes del grupo de Homicidios, que asumieron la investigación, y del laboratorio de criminalística, encargados de la inspección ocular del vehículo y del entorno.

La autopsia, que no se realizó hasta el lunes, día 7, confirmó la sospecha inicial: Jorge Solaz había recibido un único tiro en la cabeza. Después, lo maniataron y encerraron en el maletero de su BMW 530, lo rociaron con una gran cantidad de gasolina y le prendieron fuego.

Las detenciones son fruto de las gestiones realizadas por los investigadores y que han servido para reunir evidencias no sólo de la relación de los sospechosos con el fallecido, sino su presencia en la escena del crimen el día en que sucedieron los hechos.