Palizas, golpes con una vara, mechones de pelo arrancados. Así era la vida de una pequeña de cinco años, a quien supuestamente sus padres tenían encerrada en su casa de Valencia, sin dejarla apenas salir y sin haberla escolarizado todavía pese a su edad. Los progenitores de la menor, de origen rumano, fueron juzgados ayer por estos hechos en el Juzgado de lo Penal número seis de Valencia. "Cómo puedo golpear con una vara de madera a un niño, no es un animal", alegó en su defensa Danut, padre de la niña.

"Le gustaba hacer piruetas y se caía mucho", argumentó la madre, tratando de justificar así las lesiones que presentaba la menor. Tanto ella como su pareja insistieron en que los hematomas que tenía la niña se los había hecho ella sola como consecuencia de caídas accidentales. "Una vez se cayó en la bañera, en el parque, otras veces con la bicicleta, ..., cualquier niño puede caerse jugando", se justificaba Danut.

El fiscal solicita para el acusado diez años de prisión por varios delitos de lesiones, maltrato habitual, abandono de menores y amenazas. Por su parte, para la madre pide ocho años y nueve meses.

No la habían escolarizado

Los hechos se remontan a octubre de 2008 cuando la compañera de piso del matrimonio, quienes residían en una habitación de alquiler en un piso de la calle Camino Nuevo de Picanya, denunció la situación de la niña en el juzgado. Días antes la denunciante ya le había recriminado a Danut que esa no era forma de educar a un hijo, según admitió durante su declaración el acusado. Según el fiscal, el padre de la niña amenazó a su compañera de piso con cortarle el cuello si le decía algo a la policía.

"El día que nos detuvieron la niña no tenía ninguna marca", alegó el acusado, quien también negó que la tuvieran encerrada sola en la habitación.

Respecto a por qué no la habían escolarizado todavía, el padre declaró que querían llevarla a un colegio en Rumanía. Durante el tiempo que duraron los supuestos malos tratos, la menor fue llevada al médico en distintas ocasiones, pero nunca la acompañaron su padres, según confesaron éstos.