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Un incendio, al parecer intencionado, calcinó ayer de madrugada la cabina de un ascensor de una finca situada en pleno centro de Valencia. Casualidad o no, en los dos últimos pisos de este inmueble se encuentra una casa de citas donde acude gente adinerada con intenciones lascivas y en busca de chicos jóvenes.
Los vecinos de dicha finca, situada en la avenida María Cristina de Valencia, atribuyen esta acción a una mafia o "alguien que quiere perjudicar a los muchachos de arriba". De hecho, la casa de citas se encuentra en un séptimo piso y, con el ascensor inutilizado por el fuego, los clientes que frecuentan el lugar -gente de alto poder adquisitivo- difícilmente querrán subir los siete pisos andando.
Dos pantallas de televisor en la entrada, jarrones de cristal con flores y otros elementos de decoración, números en las puertas de las habitaciones y cortinas de colores. Este era el aspecto del interior de esta casa de citas. Amablemente uno de los muchachos, de 20 años y nacionalidad brasileña, nos abre la puerta y explica el miedo que pasó durante el incendio. "Estaba durmiendo y escuché una explosión muy fuerte", apuntó. "Los bomberos nos subieron a la terraza porque había mucho humo".
Confiesa que en la casa viven otros dos chicos con él, pero su gesto cambia al preguntarle si se trata de una casa de citas. "No, es que el dueño trabaja en la decoración", argumenta el joven.
La policía sospecha que los autores del incendio, originado a las 4.30 horas de ayer, rociaron con gasolina el ascensor para avivar el fuego. En diciembre de 2009 la policía arrestó a varias personas en este mismo inmueble por extranjería, en el marco de una operación que prostituía a chicos jóvenes.
