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Dos jóvenes, dedicados a la prostitución masculina, han sido encarcelados como presuntos asesinos de un sacerdote sevillano, a quien asfixiaron con un cojín, después de que supuestamente uno de ellos se negara a mantener relaciones sexuales con el cura. En un primer momento los médicos atribuyeron la muerte de la víctima a causas naturales, por lo que su cuerpo fue incinerado. Sin embargo, el testimonio de un amigo de los acusados, al que confesaron el crimen, permitió la detención de los dos sospechosos.

El cuerpo del sacerdote E. M. L., de 65 años, fue encontrado el pasado 6 de octubre en su domicilio de la calle Jesús del Gran Poder de Sevilla por un conocido que se extrañó de su ausencia. Al parecer, su muerte se había producido el día anterior y fue atribuida por los servicios de emergencia sanitarios a causas naturales, por lo que el cuerpo fue incinerado.

No obstante, a raiz de una inesperada denuncia, el juez de guardia ordenó el pasado sábado el ingreso en prisión de C. M. D. y J. M. L. D., dos jóvenes de 19 años dedicados a la prostitución homosexual, como presuntos autores del asesinato.

Asfixiado con un cojín

Los sospechosos confesaron a un amigo residente en Guadalajara que habían matado a una persona. Tras ponerlo en conocimiento de la policía, los investigadores se encontraron con la dificultad de identificar quién pudo ser la víctima.

Finalmente y tras varias averiguaciones, el pasado jueves la policía arrestó a los dos sospechosos, quienes confesaron su crimen en dependencias policiales.

Según las investigaciones, el sacerdote había acogido en su vivienda unos días antes a los dos jóvenes, que en su confesión ante la Policía atribuyeron el homicidio a que uno de ellos se había negado a mantener relaciones sexuales con el ahora fallecido.

El religioso, que estaba jubilado y ejercía como capellán sustituto en la iglesia de San Antonio Abad de Sevilla, murió asfixiado con un cojín, según la primera confesión de los acusados.