Dos hermanos, dueños de un restaurante chino de un centro de ocio de Paterna, han sido detenidos por la policía nacional por presuntamente destrozar un local de la competencia a cuyo propietario exigían un "impuesto revolucionario" o el cierre del negocio, dado que sus resultados comerciales eran mejores que los suyos.

Los hechos sucedieron, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía de Valencia, en agosto, cuando alguien destrozó a golpes las amplias cristaleras del restaurante de la víctima, también de origen chino, que denunció de inmediato en la comisaría de Paterna. El perjudicado agregó que la rotura del local había estado precedida de una oleada de amenazas vertidas por los dueños de otro restaurante chino del mismo complejo de ocio, que le habían exigido cerrar o pagar grandes cantidades de dinero para paliar la diferencia de clientela, a lo que se había negado.

Tras averiguar la identidad tanto de los presuntos autores materiales de los destrozos como de las amenazas, agentes de la comisaría de Paterna fueron al establecimiento de los sospechosos en la tarde del jueves pasado. Allí detuvieron a los dos hermanos, así como a tres camareros -dos de ellos por residir ilegalmente en nuestro país y la tercera, por utilizar la identidad de otra-.

Un día después, los policías arrestaban en Torrent, en el piso de uno de los hermanos, al supuesto autor material de los daños y las amenazas. El juez ha dictado una orden de alejamiento de la víctima para los principales imputados en la trama.