Atacaban por la espalda, elegían a víctimas fáciles -siempre de más de 65 años y preferentemente mujeres- y escapaban a bordo de una bicicleta. Así, hasta 41 veces en cinco meses en el área comprendida entre la avenida del Puerto, la de Blasco Ibañez y la calle Serrería, con algunas incursiones en el distrito de Russafa. Los autores, tres menores de 14, 16 y 17 años, uno de ellos con antecedentes por hechos similares.

Finalmente, agentes de la comisaría del Marítim han logrado poner coto a sus desmanes, y capturar, de paso, a quienes se beneficiaban de los robos: cinco jóvenes que daban salida a las joyas que sustraían y el joyero que las compraba y ponía de nuevo en el mercado.

Agentes de policía judicial del Marítim iniciaron la investigación en septiembre pasado, al analizar el aumento de robos por tirón no sólo en ese distrito, sino también en los vecinos Exposición y Russafa. Los primeros robos que se le achacan a este grupo comenzaron en abril pasado. En todos los casos, actuaban de la misma manera. Dos de los tres menores -se iban intercambiando según el día- se montaban en la bicicleta y acudían a la zona indicada en busca de víctimas. Cuando elegían una, se acercaban a toda velocidad por detrás y le arrancaban el bolso. En otras ocasiones, se detenían a su lado, rodeaban a la víctima y le arrebataban el bolso y las joyas que llevaba puestas.

En una ocasión, durante un tirón, llegaron a tirar al suelo a una mujer de avanzada edad, que sufrió contusiones y erosiones, por lo que hubo de ser atendida en un centro de salud. A varias les arrancaron cadenas de oro del cuello y pulseras.

Después, se iban a toda velocidad. La celeridad con la que actuaban y el hecho de atacar por la espalda ha dificultado el reconocimiento fotográfico de los autores por parte de las personas asaltadas, aunque finalmente, en esos 41 casos, las víctimas han señalado a los tres menores como autores de los robos.

Mientras, los investigadores iniciaron un rastreo en 14 joyerías y negocios de compraventa de oro, hasta que dieron con el que estaba comprando el botín de los menores. El joyero, que tiene su establecimiento en el Marítim, fue detenido, al igual que otros cinco jóvenes que recibían las alhajas de mano de los adolescentes y luego las vendían al comerciante. Además del menor, otros tres arrestados tienen historial delictivo anterior.