Su escondite del tesoro, en este caso una apetecible bolsa de golosinas, se volvió en su contra cuando al ir a agarrar su botín el pequeño Esteban, de siete años, quedó atrapado por la tabla de la mesa del comedor. La bolsa cayó al hueco de una de las patas centrales del citado mueble y cuando el niño intentó recuperar sus chucherías el brazo se le quedó atrancado entre la pata y la pesada tabla.

Fue necesaria la actuación de los bomberos de Valencia para poder sacar al menor del atolladero, quienes simplemente tuvieron que desmontar la parte superior de la mesa para poder extraer el brazo derecho del niño. "He pasado un poco de miedo porque no podía sacar el brazo", reconocía Esteban después de su peripecia.

Este curioso rescate por parte de los bomberos se produjo ayer por la tarde en una vivienda de la avenida Blasco Ibáñez de Valencia. Eran aproximadamente las 18.50 horas cuando el menor quedó atrapado en el hueco de la pata de la mesa del comedor al intentar coger su bolsa de golosinas.

En ese momento el niño, de siete años, se encontraba en compañía de su madre, según explicó la niñera del pequeño, que llegó po?co después del suceso.

"Es el escondite de mis 'chuches', las guardo ahí para que mi madre no las vea", reconoció Esteban. "Su madre le tiene prohibido comer golosinas pero él se las compra y las esconde para comérselas cuando ella no le ve, es muy travieso", argumentó Marisol, la mujer que cuida del pequeño en ocasiones.

"Las he puesto ahí debajo para que no se vieran, pero se han caído y cuando he ido a cogerlas ya no podía sacar el brazo", relató el protagonista del suceso.

Su madre se puso muy nerviosa y, al no saber qué hacer para sacarlo, llamó a los bomberos. Tras veinte minutos de angustia el menor pudo sacar su brazo, pero no las golosinas; está castigado.