La familia de Enrique Ruiz, el agente de viajes de Requena fallecido en extrañas circunstancias en Santiago (República Dominicana) el pasado martes, tal como publicó ayer en exclusiva Levante-EMV, ha afirmado a este diario que la mujer del fallecido, la dominicana Urany Custodio Arroyo, fue detenida por la policía de su país nada más descubrirse el cadáver. Afirman, sin embargo, que horas después fue puesta en libertad y que aún se desconoce el informe definitivo de la autopsia.

En un principio, la prensa local atribuyó la muerte del agente de viajes, originario de Camporrobles pero asentado en Requena, a un suicidio e incluso afirmaron que su familia achacaba el hecho de quitarse la vida a las deudas contraídas en España. Sin embargo, sus familiares insisten en que su negocio no funcionaba mal y que, de hecho, tenía pólizas de seguro en vigor que cubren desde las cuotas mensuales de los créditos pendientes tras su fallecimiento, hasta su repatriación. "No es cierto que se quitara la vida y no es cierto que lo hiciera porque atravesase una difícil situación económica. Sus hermanas y su padre lo han comprobado y no sólo lo tenía todo al día, sino que lo ha dejado todo atado y bien atado", explica uno de los cuñados del fallecido, erigido en portavoz familiar.

Repatriación del cuerpo

El padre y el marido de la hermana mayor de Enrique tienen previsto viajar hoy mismo a República Dominicana para firmar los últimos documentos exigidos para traer el cuerpo del fallecido de vuelta a casa. El féretro llegará a principios de semana a Valencia, aunque ayer no estaba fijada por completo la vuelta. Ni siquiera el momento del sepelio, que se celebrará "en cuanto podamos, después del tiempo de velatorio que fije la madre de Enrique".

La celeridad con que ha sido traído de vuelta a casa el cuerpo ha obligado a su embalsamamiento, algo que cercena toda posibilidad de una segunda autopsia. "Así lo ha decidido la familia, y es algo que hay que respetar. Su deseo es poder enterrarlo cuanto antes" en su Camporrobles natal.

De hecho, según les confirmó la persona contratada por la familia para agilizar los trámites, ayer, el féretro se encontraba ya en la funeraria local de Santo Domingo, a la espera de ser embarcado en el avión que le traerá con su familia.

Los tres hijos de Urany y el bebé que tenían en común la mujer y el ahora fallecido continúan, mientras, en Camporrobles, con sus abuelos. Los niños siguen haciendo "vida normal", aunque están al corriente del fallecimiento de su padrastro.

En contacto con el fiscal y con el cónsul

El portavoz de la familia y cuñado del fallecido continúa en estrecho contacto con el fiscal del caso, quien le ha informado de que el resultado de la autopsia estará listo en las próximas horas. La forense terminó el examen del cuerpo el jueves, pero la diferencia horaria y su jornada laboral han impedido que la familia conozca de primera mano el dictamen médico respecto de la causa de la muerte, por lo que el rechazo del suicidio y la creencia de que lo mataron sigue viva en su círculo más íntimo. t. d. valencia