Urany Custodio, la esposa dominicana de Enrique Ruiz, el camporruteño que apareció ahorcado el pasado día 20 en un naranjo en la República Dominicana tiene previsto regresar a España en los próximos días, para hacerse cargo de sus cuatro hijos y quedarse a vivir en el país, donde tiene la residencia. La viuda piensa que la familia de Enrique no la apreciaba y que por eso tardaron en casarse. "Me decían que yo no quería a Enrique".

Cuando el diplomático vio el libro de familia se dio cuenta de la situación, apunta Urany, que se siente discriminada, cuando dice que "ahora me acusan de ser la responsable de lo que le ha pasado a Enrique. Por ello me quieren quitar los hijos y por eso voy a ir a por ellos", aseveró la mujer.

Un día antes de la muerte de este agente de viajes de Requena su mujer recibió en su móvil un corto mensaje de Enrique, donde le decía: "Mami tengo miedo, regreso hacia tí. Te amo". Horas después el valenciano apareció en su casa de la urbanización Jardines del Oeste, en Santiago de los Caballeros, con su equipaje de mano donde figuraba la etiqueta de facturación para el vuelo de regreso a España.

Fue a comprar comida

Dado que ya estaba bien entrada la noche y teniendo en cuenta la escasez de alimentos que Urany tenía en la nevera, "salí a comprar al cercano mercado central algo de salami", recuerda la mujer. "Cuando regresé, un rato después, al abrir el candado de la puerta de la marquesina, vi al fondo a Enrique, tras la mata de naranjo que hay en la parte posterior de la casa. Era como si me estuviera acechando tras el naranjo", explicó Urany. "Enrique, ¿que haces ahí?", le gritó la mujer, porque en principio no se veía bien. "Y cuando avancé y le dije que viniese, fue cuando descubrí que estaba ahorcado".

La viuda atribuye la muerte a los crecientes problemas económicos que tenía su marido, aunque su familia directa niega que los tuviera. Andrés, el taxista que transportó a Enrique desde Santiago al aeropuerto de Las Américas, en Santo Domingo, revela que le transmitió su "miedo ante las deudas que tenía acumuladas y que no sabía como zanjar".

Por su parte la familia del fallecido, que en ningún momento ha creído que su muerte fuese voluntaria, pretende repatriar el cadáver lo antes posible. Para agilizar estos trámites se han desplazo a la República Dominicana el padre del fallecido y uno de sus cuñados.