Confiada y tranquila, una mujer, de 35 años y nacionalidad marroquí, entró el pasado lunes en la comisaría de la policía nacional de Patraix para un simple trámite administrativo como era renovarse el NIE (Número de Identificación de Extranjeros). Cuál fue su sorpresa cuando al introducir su nombre la policía le notificó que tenía varias reclamaciones judiciales y que por tanto estaban en la obligación de detenerla.

La arrestada en Valencia estaba siendo buscada por la policía por al menos tres denuncias de hurto en Mallorca y Gijón. Según apuntaron fuentes conocedoras de los hechos, la sospechosa se dedicaba, presuntamente, a robar a los ancianos a los que cuidaba trabajando como asistenta en el domicilio de éstos.

No obstante, la mujer manifestó a los policias y posteriormente en el juzgado que no les robaba sino que simplemente se llevaba el dinero que ella consideraba justo por su trabajo. La detenida alegó que los familiares de estos ancianos, que rondaban entre los 80 y los 90 años, la contrataban por "cuatro duros" para cuidar a una persona de avanzada edad y luego descubría que tenía que atender a un matrimonio o que éstos tenían problemas de alzheimer u otras enfermedades que ella no estaba dispuesta a asistir por el mismo precio.

De esta forma, según su versión, huía de la casa sin finalizar su contrato llevándose consigo entre 600 y 800 euros, cantidad que ella consideraba justa por sus servicios prestados.

No obstante, los familiares de los ancianos denuncian además de la sustracción del dinero el abandono de estas personas, algu?nas con enfermedades que les impiden valerse por sí mismas, ya que ellos daban por sentado que seguían bajo su cuidado. Por estos hechos se planteó la posibilidad de que haya incurrido en un delito de omisión del deber de socorro.