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El 5 de abril de 2008 un hombre derribó la puerta del domicilio de su ex pareja a patadas, en Gandia, arrastró a la mujer por el suelo cogiéndola del pelo, la golpeó hasta cansarse, la violó hasta en dos ocasiones y la amenazó dando martillazos contra la pared. (Todo ello según la versión del fiscal). Apenas dos semanas antes de esta brutal agresión la pareja había estado de viaje de placer en París visitando el parque temático de Eurodisney y el Museo del Louvre. Nada hacía presagiar durante esas supuestas idílicas vacaciones las más de cuatro horas de pesadilla a las que su hasta entonces compañero sentimental le iba a someter.

El origen de todo, una vez más, una ruptura amorosa no aceptada por el hombre y una violencia machista que se escapa a cualquier tipo de raciocinio. Ahora, dos años después de los hechos, el acusado se debe enfrentar a la Justicia por lo ocurrido en aquella vivienda de Gandia. El fiscal pide para Y. S., de 40 años y nacionalidad argelina, 18 años de prisión por los delitos de allanamiento de morada, lesiones, agresión sexual, amenazas, hurto y resistencia a la autoridad. La acusación particular va más allá y solicita la pena de 36 años y medio de cárcel.

El juicio contra Y. S. comenzó ayer en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia. Durante la vista oral el acusado negó los hechos y alegó que seguían siendo pareja, como si ello le diera derecho a abusar sexualmente de ella siempre que éste quisiera. Respecto a los motivos por los que huyó de la casa, si según él no había hecho nada, Y. S. alegó: "Me fui corriendo porque me dio la gana. Me asuste al ver a los policías".

Testimonio de la víctima

Por su parte, la víctima, que prefiere mantener su anonimato y que declaró detrás de un biombo, relató con pelos y señales el infierno vivido la madrugada del 5 de abril de 2008 en su casa de Gandia. Esa noche el procesado, con el que acababa de romper sentimentalmente, acudió a su domicilio "guiado por un ánimo libidinoso", según el escrito del fiscal. Como la mujer se negó a abrirle y le advirtió que si no desistía en su actitud iba a llamar a la policía, éste comenzó a dar fuertes patadas a la puerta hasta lograr derribarla.

Una vez en el interior de la casa agarró del cuello a su ex pareja, le arrebató el teléfono móvil para que no alertara a la policía y le comenzó a propinar puñetazos por todo el cuerpo. "Me cogió de los pelos y me arrastró por el pasillo", recordaba todavía con miedo la víctima.

"Te voy a matar, te voy a cortar en pedacitos, a mi nadie me amenaza con la policía", le gritaba presuntamente el acusado mientras la golpeaba. Además, la obligó a meterse una botella en la boca para luego forzarla a que le hiciera una felación. En las cuatro horas que duró el martirio la violó hasta en dos ocasiones, según las acusaciones.

No contento con esto, le robó 100 euros que tenía en la cartera y la amenazó con un martillo dando golpes en la pared, a la vez que la atemorizaba con frases como: "Te voy a enterrar y no te va a encontrar nadie". El presunto agresor fue detenido esa misma noche tras ofrecer fuerte resistencia.