El Juzgado de Instrucción número cinco de Catarroja ha ordenado el ingreso en prisión provisional del joven acusado de matar a Ineta Bukiene, la mujer asesinada a golpes el pasado 27 de mayo en un salón de juegos de Catarroja. El presunto asesino negó ante el juez los hechos y alegó en su defensa una coartada que todavía tendrá que ser investigada. Según el acusado, en el momento en que se cometió el asesinato se encontraba con un conocido comprando una batería para el coche porque se tenía que ir de viaje ese mismo día.

Fue precisamente este hecho, que abandonara su vivienda en Valencia el día del crimen, lo que hizo que la sospechas recayeran sobre él. El joven, cliente habitual del salón de juegos desde hacía dos años, confiesa que se marchó a su país natal, Marruecos, donde tiene mujer e hijos, porque tenía que abandonar el piso donde vivía de alquiler por las deudas.

Agentes de la Guardia Civil detuvieron al sospechoso la semana pasada en Algeciras, como adelantó en exclusiva Levante-EMV. Unas bridas en su antiguo domicilio, que coinciden con las halladas en la escena del crimen, incriminaban al sospechoso.

El arrestado había huido a Marruecos, tras cometer presuntamente el crimen, pero había tenido que regresar a España para renovarse su documento de identidad, según apuntaron fuentes bien informadas.

El pasado martes el acusado fue trasladado a los juzgados de Catarroja donde prestó declaración ante la jueza de Instrucción número cinco, encargada del caso. El joven confesó que conocía a la víctima pero negó que la matara e incendiara el local para borrar las pruebas. Al terminar su declaración, lloró al lamentar que no entendía por qué lo acusaban de la muerte de Ineta. La jueza dictó su ingreso en prisión provisional por un delito de homicidio, a la espera de unas pruebas de ADN.