Unos simples hurtos en comercios y la misma pauta y vestimenta delató que tras ellos se escondía una red de delincuentes bien organizada que extorsionaba a personas obligándoles a que robaran para saldar una deuda pendiente. La Policía de Gandia ha detenido a doce personas, una mujer y once hombres de nacionalidad rumana, integrantes de una banda dedicada al hurto continuado de productos en centros comerciales de la Comunitat Valenciana.
La operación Forro se inició el pasado 22 de diciembre, cuando los agentes de la comisaría de Gandia tuvieron conocimiento de que un grupo de personas estaban dedicándose a robar en establecimientos utilizando para ello ropa preparada con forros para ocultar los productos, así como para eludir las alarmas de los centros comerciales.
Los agentes, una vez localizaron a los primeros ladrones. decidieron montar un operativo para dar con el núcleo de la trama y localizar el lugar donde ocultaban lo que robaban y se escondían los cabecillas. A primera hora de cada mañana, la organización trasladaba a los miembros del grupo en coche a diferentes poblaciones de la Comunitat para que cometieran los robos. Sobre las cuatro de la tarde regresaban a por ellos y depositaban lo sustraído en un garaje de la calle Real de Gandia.
Los efectos eran vendidos en mercadillos y puestos callejeros, obteniendo una rentabilidad de unos 20.000 euros al mes. Los investigadores siguieron a cuatro componentes del grupo que se desplazaron en coche hasta Paterna e iniciaron las detenciones.
Devolver la deuda
Todo apunta a que algunos miembros de la banda, tras pagarles el pasaje la organización, habían llegado a España bajo la promesa de proporcionarles un trabajo bien remunerado. Una vez en Gandia les comunicaban que habían contraído con ellos una deuda de 580 euros y que, por cada 10 euros de la citada deuda, deberían sustraer productos por valor de 800 euros bajo la supuesta amenaza de sufrir las consecuencias algunos de sus familiares en Rumania. La deuda de 580 euros se convertía entonces en 46.400 euros.
La policía se ha incautado de 915 objetos que habían robado y almacenado en el garaje de Gandia. Los detenidos han pasado a disposición judicial y el juez ha ordenado el ingreso en prisión del cabecilla de la banda y su lugarteniente.
