El detenido por intentar matar a su mujer tras rociar su chalé con gasolina en Riba-roja ya está en prisión. Así lo decretó el jueves el juez de Violencia sobre la Mujer de Llíria, a instancias de la Fiscalía y tras escuchar al encausado, de 76 años, quien alegó que su intención no era matar a su expareja. El juez también tomó declaración a la víctima. Los hechos, tal como adelantó ayer en exclusiva Levante-EMV, habían ocurrido un día antes en la casa de la víctima, una mujer jubilada que mantenía una relación sentimental estable desde hacía más de dos años con su presunto agresor.

Según explicó la víctima al juez, durante el periodo de convivencia había habido episodios de maltrato psicológico y trato degradante, pero la mujer decidió no denunciar porque los juzgó poco graves. Aún así, la relación se fue deteriorando y, en febrero pasado, la mujer decidió romper con él. A partir de ese momento, el acoso comenzó a hacerse insoportable, pero la víctima, según declaró, tampoco denunció ante el temor de que la situación empeorase aún más. Se equivocó.

El pasado martes, el supuesto agresor, que está acusado de homicidio en grado de tentativa, acudió por enésima vez a la casa para, según él, recoger cosas. La mujer le negó la entrada tras recriminarle que ya se lo había llevado todo en las ocasiones anteriores.

Entonces, cogió un recipiente con gasolina y roció por fuera la vivienda, cuando en el interior se encontraban su excompañera sentimental y el hermano de ésta, no sin antes sacar del recinto su automóvil, que dijo estar usando como vivienda desde febrero. Fue precisamente el hermano quien alertó a la Guardia Civil y evitó que el presunto agresor aplicara la llama del mechero que llevaba encima.