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La sede de la televisión local de Almoradí ha quedado reducida a cenizas. Sobre las 6.30 horas de la madrugada de ayer, un exempleado incendió presuntamente las oficinas de la empresa y dejó sin suministro eléctrico, sin tele y sin internet a centenares de vecinos del municipio. El presunto autor, un ciudadano de nacionalidad rusa de unos 30 años, fue detenido mientras las llamas arrasaban el local. Los investigadores barajan la hipótesis de que el varón hubiera provocado el fuego como venganza por un posible conflicto laboral sin resolver.

Fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil señalaron ayer que la detención del principal sospechoso se produjo poco después de declararse el incendio cuando agentes de la Policía Local lo encontraron en las inmediaciones de la calle Azorín, situada en pleno casco urbano de la población. El hombre, tras ser identificado, fue detenido sin oponer resistencia alguna. Hasta el lugar del suceso se desplazaron efectivos de los parques de bomberos de Orihuela y de Almoradí. Ante la virulencia de las llamas, la voz de alarma corrió entre los vecinos de la zona y presos por el pánico se echaron a la calle, por lo que no fue necesario organizar tareas de desalojo. Los bomberos tardaron más de tres horas en sofocar las llamas.

Algunos testigos del suceso señalaron que el exempleado accedió a las instalaciones de la empresa televisiva con una llave que, al parecer, conservaba de cuando trabajaba allí , y que tras prender fuego al local, permaneció impasible frente al inmueble observando como se calcinaba.

Por su parte, el dueño de la empresa de telecomunicaciones, Vicente González, trasladó ayer a este periódico que no hay nada de cierto en los rumores que apuntan a que la empresa que dirige mantuviera una deuda con el exempleado y que este hubiera quemado las oficinas como venganza. Según su versión, la relación contractual que mantuvo con el ahora detenido concluyó hace casi un año y medio de manera normal.

El empresario añadió que, según pudo saber, antes de incendiar el local el detenido accedió a las oficinas y se hizo con material audiovisual que introdujo en una furgoneta del propio negocio con la intención de huir, y que fue después cuando inició hasta cuatro focos de fuego distintos. González cifró las pérdidas en más de medio millón de euros y apuntó que se ha perdido todo el archivo histórico audiovisual de Almoradí que recopilaba desde 1987.