Álvaro Monfort, uno de las cuatro jubilados que el pasado miércoles cayeron a un pozo en Les Useres, aseguró ayer que "todo ocurrió muy deprisa. Fue visto y no visto". El vecino de Vilafranca, de 74 años, se recupera de sus heridas en la planta de traumatología del Hospital General de Castelló, donde será intervenido en las dos piernas el próximo miércoles.

"Estábamos cogiendo cerezas, el suelo crujió y caímos. Sabíamos que la tapa del pozo estaba mal, pero no tanto", recuerda mientras toma la comida en la planta cuarta del hospital. Según Monfort, los bomberos tardaron una hora en llegar al lugar del accidente. Mientras tanto, los ancianos trataban de mantener la calma. "Dijimos: ya nos sacarán de aquí".

Monfort, José A., de 54 años, y Josefina, de 91, quedaron atrapados en el interior de la cisterna mientras que el cuarto componente del grupo, ileso, era rescatado por unos vecinos.

Una vez que llegaron los servicios de emergencia, los bomberos y el equipo de voluntarios tardaron apenas 15 minutos en sacarlos. "Podía haber sido peor. ¿Que si volveremos a coger cerezas otra vez en ese lugar? No sé lo que haremosÉ", asegura.

Ayer, en Les Useres no se hablaba de otra cosa que del accidente que sufrieron tres hombres y una mujer ya jubilados. Dos de ellos, José y Paco, ya se encuentran en casa tras haber recibido el alta. Los otros dos, Josefina y Álvaro, siguen ingresados en el Hospital General de Castelló, donde evolucionan favorablemente.

Joaquín Prades, vecino del lugar, fue de los primeros en socorrer a los accidentados. La tapa de hormigón de la cisterna, que se abrió bajo los pies de los accidentados, tiene más de 60 años y está junto al cerezo ante el que se detuvieron las víctimas, cuyas lesiones no revisten gravedad.