Un vecino de Valencia de 33 años y con antecedentes policiales mató ayer presuntamente a un guardia civil de Tráfico que le dio el alto después de que fuera sorprendido cuando circulaba a 140 kilómetros por hora por la autopista A-7, en el peaje de Silla. El detenido, que en principio está acusado de un delito de homicidio, embistió a toda velocidad al agente, que quedó atrapado en el carenado y, tras arrastrarlo unos veinte metros, lo arrolló cuando el guardia se desprendió y cayó a la calzada.

El motorista fue detenido instantes después, cuando aún estaba en el suelo tras caerse después de perder el control del vehículo, que no era de su propiedad.

El brutal suceso se produjo pasadas las cuatro y media de la tarde de ayer, cuando agentes de uno de los dos grupos del destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Valencia había montado un control de velocidad poco antes del peaje de Silla, en sentido hacia Valencia.

Uno de los vehículos detectados por el rádar fue precisamente la motocicleta, una Yamaha R1 de mil centímetros cúbicos y de color negro, que pasó por el punto de control de velocidad a más de 140 kilómetros por hora. Los agentes encargados de parar a los infractores para notificarles la propuesta de sanción y contrastar su identidad se encontraban a 150 metros del peaje una vez rebasada la barrera.

Varios de los guardias atendían a otros conductores a los que ya kes habían dado el alto. Uno de los miembros del dispositivo, José Manuel Donoso Castillo, de 40 años, dio el alto a la motocicleta nada más rebasar la barrera del peaje, después de que sus compañeros del rádar le advirtieran de que había infringido el límite máximo de velocidad. Lejos de detenerse o tratar de huir esquivando al guardia, el motorista, según los testigos que han declarado hasta ahora ante la Guardia Civil, aceleró supuestamente el vehículo «a tope» y se dirigió hacia el agente.

Tras embestirlo violentamente, lo arrastró una veintena de metros, lo atropelló y luego perdió el equilibrio, yéndose al suelo. Varios agentes del dispositivo acudieron a la carrera en auxilio de José Manuel, que estaba casado y era padre de un chico de 15 años y otro de 10.

Mientras, otros dos guardias salieron corriendo hacia el punto donde yacía en el suelo el motorista y lo detuvieron. Apenas sufrió algún rasguño y una contusión en la pierna izquierda.

El herido, que sufrió un fortísimo traumatismo craneoencefálico, fue evacuado a toda velocidad al Hospital La Fe de Valencia en una ambulancia del SAMU que pasaba casualmente por el peaje, después de que el equipo médico del vehículo de emergencias estabilizara las constantes vitales del guardia. De todos modos, las heridas eran de extrema gravedad y el agente falleció poco después de su llegada al citado centro hospitalario.

Sin carné

El presunto causante del atropello fue sometido a la prueba de alcoholemia por el equipo de atestados del destacamento de Gandia, encargado de instruir las diligencias, y, según ha podido saber Levante-EMV, de fuentes de toda solvencia dio negativo.

En un primer momento, incluso se barajó la posibilidad de que la moto fuese sustraída, ya que no estaba a nombre del detenido. Sin embargo, todo apunta a que podría habérsela prestado una persona allegada a él.

Eso sí, el arrestado pilotaba la motocicleta pese a no disponer del correspondiente carné y, al parecer, tiene antecedentes policiales por distintos delitos. El detenido permanecía anoche en los calabozos de la Guardia Civil.