Un hombre de 31 años, cuyas iniciales son J. C., acudió a media tarde del jueves al cuartel de la Guardia Civil de Benissa y confesó el atroz crimen que supuestamente había cometido 24 horas antes. Declaró que había acabado a cuchilladas con la vida de dos mujeres, una de nacionalidad nigeriana, de 35 años, y otra procedente de Guinea Ecuatorial, de 33 años. Ambas eran prostitutas y al parecer trabajaban en un local de alterne de Calp. Su presunto homicida confeso las contrató y las llevó a su piso en Benissa. Allí cometió el crimen.

En su relato ante la Guardia Civil, afirmó que las mujeres habían intentado robarle y que él se volvió "loco" y las apuñaló hasta matarlas. Los agentes del instituto armado acudieron enseguida a la vivienda, en la calle Gabriel Miró, y encontraron a las dos mujeres cosidas a puñaladas. El autor confeso del doble homicidio, al parecer, no había vuelto a la escena del crimen, que estaba revuelta y donde había signos claros de forcejeo, aunque las víctimas, en el momento de la agresión, también podían estar algo aturdidas por el consumo de estupefacientes.

De hecho, J. C., en su primera confesión, también reveló que los tres habían consumido drogas, probablemente cocaína, y habían mantenido relaciones sexuales. Luego, según su relato, sorprendió a una de las mujeres cuando intentaba robarle dinero. Afirmó que perdió totalmente el control.

Con todo, tampoco se descartaba ayer que el joven no hubiera estado de acuerdo con el precio de los servicios y, a raíz de ahí, se originara la disputa que terminó con el doble crimen.

El presunto homicida está detenido en el cuartel de la Guardia Civil de Calp y pasará a disposición judicial a lo largo de esta mañana.

Nadie reclama los cadáveres

Mientras, los cuerpos de las dos mujeres fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal de Alicante, donde se les practicará la autopsia. Nadie acudió ayer a reclamar los cadáveres. Una de las mujeres tenía fijada su residencia en Gata de Gorgos y la otra en Parla (Madrid).

J. C. es un joven muy conocido en Benissa, donde ayer sus vecinos reaccionaban con incredulidad al conocer los macabros hechos. J. C. estuvo tomando café en un bar de la zona donde vive en la tarde del jueves, horas antes de entregarse. "Lo vimos normal. Como siempre. La verdad es que no nos creemos que haya podido hacer esto. De verdad que no lo creemos", indicó Fina, que trabaja en ese bar.

Los vecinos del presunto homicida no escucharon nada extraño en la tarde-noche del miércoles, cuando se produjo el doble crimen. Ni ruidos, ni gritos. Ese sigilo contrasta con el desorden de la vivienda y las manchas de sangre, que sí apuntaban a un claro forcejeo.

Los vecinos sí que coincidieron en señalar que J. C., que tiene a familiares que residen en la misma finca, estaba atravesando un momento difícil. La compañía eléctrica le había cortado la luz del piso porque no la pagaba.

Sin embargo, también apuntaron varios de sus conocidos que ahora empezaba a salir un poco de ese agujero, ya que estaba trabajando de camarero los fines de semana en un hotel de Calp y, además, entresemana, volvía a trabajar de obrero, que es su oficio.

"Es una persona normal. Le gustaba quedar con los amigos a tomar una cerveza y ver el fútbol. Nunca hubiéramos pensado que fuera capaz de algo así", indicó un conocido del supuesto homicida. Aunque no nació en Benissa, J. C. vive en este municipio desde pequeño.

Un joven "normal" y con agobios económicos

Nadie se explica cómo J. C. perdió la cabeza y mató, presuntamente, a las dos prostitutas a las que contrató y llevó a su piso. Los vecinos de la finca de Gabriel Miró estaban ayer estupefactos y consternados. "No hemos escuchado nada. Hasta que el miércoles vimos cómo sacaban los cadáveres no sospechamos nada", indicó una vecina que vive en la misma escalera. "Es un chico normal. No nos explicamos qué le ha podido pasar", indicó otro vecino. Sus conocidos sí que indicaron que tenía problemas económicos. Se había quedado sin coche y le habían cortado la luz del piso. Para ir a Calp, donde trabajaba de camarero, cogía el autobús.