Un agente de la Guardia Civil de Tráfico, Carlos Rubio Guzmán, de 27 años de edad, falleció ayer cuando estaba de servicio en un accidente de tráfico registrado en la autovía A-7 a su paso por el término municipal de Torrent, según pudo saber Levante-EMV de fuentes conocedoras del caso. El siniestro tuvo lugar en torno a las 11.20 horas en la salida de Montroy-Montserrat de la citada vía por causas que se desconocen.

Hasta ese lugar se desplazó una unidad del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) que no pudo hacer nada por salvar la vida del joven, que falleció en el acto. El agente circulaba de servicio con la motocicleta del cuerpo de la Guardia Civil de Tráfico.

Los propios compañeros del agente atendieron posteriormente el cuerpo hasta que fue recogido alrededor de una hora y media después. Fuentes de la Guardia Civil no confirmaron que el joven acudía a señalizar otro siniestro cercano.

El agente es la cuarta víctima en los tres accidentes mortales registrados en las carreteras españolas desde las 15 horas del viernes hasta las 20 de ayer, informaron desde la Dirección General de Tráfico (DGT). En los mismos siniestros una persona resultó herida de gravedad y otra más de carácter leve.

El accidente más grave se produjo el viernes en el término municipal de Caravaca de la Cruz (Murcia), cuando un cuatriciclo ligero se salió de la vía y cayó por un barranco muy escarpado, lo que causó la muerte de sus dos ocupantes.

Segundo agente que muere en Valencia en menos de dos meses

Un guardia civil de Tráfico falleció el pasado 24 de junio cuando un motorista al que le dio el alto después de que fuera sorprendido cuando circulaba a 140 kilómetros por hora por la autopista A-7, en el peaje de Silla lo atropelló.

El detenido, un vecino de Valencia de 33 años, que en principio fue acusado de un delito de homicidio, embistió a toda velocidad al agente, que quedó atrapado en el carenado y, tras arrastrarlo unos veinte metros, lo arrolló cuando el guardia se desprendió y cayó a la calzada. El motorista fue detenido instantes después, cuando aún estaba en el suelo tras caerse después de perder el control del vehículo, que no era de su propiedad.

El presunto causante del atropello fue sometido a la prueba de alcoholemia por el equipo de atestados del destacamento de Gandia, encargado de instruir las diligencias, y, según pudo saber en su momento Levante-EMV, de fuentes de toda solvencia, el exámen dio resultados negativos.

El arrestado pilotaba la motocicleta pese a no disponer del correspondiente carné y, al parecer, tenía antecedentes policiales por distintos delitos. levante-emv valencia