El empresario saguntino Rubén N. C., detenido en septiembre de 2009 como líder, a sus entonces 34 años, de una de las mayores redes del narcotráfico de España, ha salido en libertad provisional tras pasar casi dos años en prisión. El imputado, que está pendiente de ser juzgado por su presunta implicación en la importación de casi 1.500 kilos de cocaína a través de los puertos de Valencia y Marín (Pontevedra), salió de la cárcel el pasado mes de julio tras el pago en metálico de una fianza de 75.000 euros.

Tal como publicó en exclusiva Levante-EMV, Rubén N. C. fue detenido el 21 de septiembre de 2009 en un chalé de lujo de su propiedad en Carril -pedanía de Vilagarcía d'Arousa, en Pontevedra-, una de las muchas propiedades inmobiliarias que le fueron intervenidas por la policía durante esa operación. Junto con Rubén fueron arrestadas otras 28 personas en Sagunt -el feudo del principal imputado-, Valencia, Madrid, Pontevedra y Toledo, donde además habían montado un laboratorio para adulterar la cocaína que les llegaba directamente de manos del productor en Suramérica.

Un batiscafo en el Port

Durante el desmantelamiento de la red presuntamente comandada por el saguntino, la policía intervino varios vehículos de lujo -entre ellos, un Maserati-, un yate valorado en tres millones de euros atracado en San Pedro del Pinatar (Murcia), dinero en efectivo y varias empresas y propiedades inmobiliarias.

En ese momento, los responsables de la investigación, iniciada por la Udyco de Valencia a principios de 2008, calificaron la organización del saguntino como "la más potente importante de cuantas se han detectado en España en los últimos años". No era para menos. De las investigaciones y las intervenciones telefónicas a las que fue sometido el grupo durante año y medio, se deduce que Rubén N. C. no sólo lideraba una banda capaz de traer alijos como el intervenido en Valencia -586 kilos de cocaína- o el de Marín -815-, sino que, además, era el único presunto narcotraficante español que compraba directamente los cargamentos a los colombianos.

Es decir, no era un mero distribuidor, sino que la pactaba y pagaba personalmente en Suramérica y luego la ponía en circulación en España. De hecho, se le acusa de ser proveedor de los principales clanes gallegos del narcotráfico, los mismos que hasta su entrada en este negocio recibían la mercancía directamente de manos de los colombianos. En su escalada dentro de este negocio, incluso llegó a estudiar la compra de un "narcosubmarino", como los grandes narcos de Colombia, para evitarse un gasto más, el de contratar y pagar el envío en buques mercantes. Pero fue detenido antes de cerrar el trato.

En 2010 cayeron el doble de bandas que en 2004

Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado desarticularon el año pasado 554 organizaciones del crimen organizado, la mayoría de las cuales se dedicaba al tráfico de drogas y estaba integrada por algún ciudadano español. Estos son los principales datos del balance de la lucha contra el crimen organizado presentado ayer por el ministro del Interior, Antonio Camacho, que destaca la detención de 6.369 personas el año pasado -500 más que en 2009 y casi el doble que en 2004-, dedicadas al narcotráfico, los robos, el blanqueo, la trata e inmigración ilegal y, de forma emergente, el cibercrimen. De los 554 grupos desmantelados, 306 han sido totalmente desarticulados y 248 parcialmente. El 52 por ciento estaba integrado por menos de diez miembros y un 83 por ciento contaba entre sus filas con algún ciudadano español. Además, el 82 por ciento de las bandas investigadas caen en menos de tres años desde que comenzaron su actividad, De los 157 millones de euros incautados, 12,5 millones es dinero en efectivo, 287.190 euros falsos, 367 bienes inmuebles, 1.710 vehículos y 487 armas de fuego o blancas. A estas bandas se les han intervenido así once toneladas de cocaína, 95,5 de hachís, 110 kilos de heroína y 190.947 unidades de éxtasis.