Los guardias de seguridad de la dársena del puerto de Valencia se llevaron ayer una sorpresa mientras observaban las imágenes de las cámaras de seguridad que enfocan los pantalanes existentes frente al edificio Veles e Vents.

A las nueve de la mañana, aproximadamente, vieron en la pantalla un cuerpo flotando en el agua con lo que procedieron a dar la voz de alarma. Minutos más tarde se personaron en el lugar de los hechos efectivos de la Policía Nacional para cumplir con el protocolo de rescate del cadáver para su posterior alzamiento, por parte de las autoridades judiciales.

El cuerpo hallado era el de una anciana de 82 años que había desaparecido en la ciudad el día anterior. De hecho fuentes cercanas al caso explicaron que sus familiares más directos habían denunciado su desaparición el viernes por la noche. La mujer tenía alzhéimer, por lo que pudo pasar varias horas desorientada hasta que, tras deambular por los muelles, posiblemente en un descuido acabó cayendo dentro de las aguas del puerto.

La zona en la que apareció el cuerpo suele ser muy visitada. Desde la Copa del América el edificio Veles e Vents se ha convertido en el punto neurálgico de la zona de ocio portuaria. Varios restaurantes, tiendas y locales nocturnos funcionan en la dársena. Nadie se percató de la presencia de la anciana que andaba perdida al caer la noche.