El hombre que asesinó de una cuchillada en el corazón al dueño de un bar de Torrent, por no servirle más alcohol, en septiembre de 2010, aceptó ayer una pena de 15 años de prisión tras reconocer los hechos. "Yo no me acuerdo de clavarle el cuchillo, pero hay pruebas que así lo dicen", confesó el acusado de un delito de asesinato durante el juicio celebrado ayer ante un Jurado Popular.

Brahim H., de 43 años y nacionalidad marroquí, acabó con la vida de Francisco A. P., un hombre de 57 años, por el mero hecho de que éste, al ver el estado de embriaguez de su cliente se negó a servirle una copa. Horas más tarde el asesino confeso regresó al bar cuando su propietario se disponía a cerrar y lo apuñaló de forma sorpresiva y premeditada. "Dime lo que me has dicho antes", le espetó el acusado a su víctima mientras le acuchillaba, según relató ayer un testigo de los hechos.

El crimen se produjo la noche del 13 de septiembre de 2010 a las puertas del local que regentaba Paco desde hacía cuatro años en la calle San Valeriano de Torrent. Sin mediar discusión entre ellos, Brahim H., molesto por el incidente ocurrido esa misma tarde con el dueño del bar, le clavó una puñalada en el corazón. La autopsia determinó que el fallecido no presentaba heridas de defensa, lo que demuestra que no tuvo posibilidad de repeler el ataque.

Un testigo presenció el crimen

El Ministerio Fiscal solicitaba por estos hechos, constitutivos de un delito de asesinato, una pena de 18 años de cárcel para el acusado. Por su parte la acusación particular, en representación de la viuda y la hija del fallecido, pedía 20 años de prisión. Ambos rebajaron sus pretensiones al llegar a un acuerdo de conformidad con la defensa del imputado, para así asegurarse una condena de 15 años, según reconocieron éstos.

Debido a este acuerdo entre las partes únicamente se procedió a escuchar la confesión del acusado y el relato de uno de los testigos que presenció lo ocurrido. "No vi el acto del apuñalamiento, pero sí cuando sacaba el cuchillo del pecho de la víctima", aseguró este cliente de la cafetería, que se encontraba en ese momento estacionando su vehículo en la zona donde minutos antes había estado montada la terraza del local. "Era una fuente", apuntó el testigo refiriéndose a la gran cantidad de sangre que perdía la víctima como consecuencia de la puñalada. Paco se mantuvo en pie unos minutos pero finalmente falleció.

"Yo salí con paso muy ligero y atropellé al coche de la Policía Local, esa fue mi suerte esa noche", explicó el testigo, quien en esos momentos temió que el asesino intentara acabar con él.

Cuando los agentes procedieron a su detención Brahim H. todavía llevaba en la mano el cuchillo ensangrentado, que "arrojó a un seto", apuntó el testigo.

El Jurado Popular declaró ayer por la tarde culpable al acusado de un delito de asesinato, dada su confesión y las evidentes pruebas que habían contra él.